Con una meteo a priori no muy favorable para descender a un sumidero
como es la torca de las Corberas, y jugándonos solo una buena ducha, nos
puede más las ganas de hincarle el diente a esta sima.
Descendemos a por la ventana de -170 m.p. en donde esperamos hallar
un paso hacia la cercana Red del Silencio. Tras equipar la sima y
comprobar que está bastante aceptable de caudal, nos planteamos si
intentar acceder a la ventana a través del meandro
localizado sobre la escalada, que tenemos equipada sobre el P-17 final
(realizando una larga travesía) o descender al fondo de la sima y
escalar hacia la ventana.
Resolvemos a favor de intentarlo en escalada desde el fondo porque nos parece más directo y sencillo.
Desgraciadamente el techo de la ventana se cierra a + 25.
Solo nos queda la opción de ir al estrecho y bajo meandro en el que
sume el agua. Hay que mojarse para superar una estrechez y ver si
continúa después.
Hay poca agua así que Esther y Aitor se animan entre ambos para
reptar sobre el agua e intentarlo ( o sea, de mojarse, se mojarán
ambos). Dos buenas noticias y una mala. Superan el paso, sin mojarse en
exceso, pero a los pocos metros el meandro se vuelve
impenetrable totalmente. Ya no tendremos que venir otro día mejor
pertrechados, lo malo es que nos hemos quedado sin opciones para
avanzar.
Toca desequipar la escalada sobre el P-17 y toda la sima. Cuatro
sacas hasta las cartolas, pero tarea finalizada y además el caudal de la
sima no se ha incrementado o sea que no toca ducha. Nos recibe una
noche estrellada.
Unos marchan para Bilbao, otros nos quedamos en Ojebar para abordar otro objetivo mañana sábado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario