De nuevo la lluvia nos empuja a nuestro cuartel de invierno. Hoy
descendemos a la RN-103, a la G. Olentzero, para continuar a por la
siguiente escalada que nos encontramos avanzando hacia el interior.
La escalada se sitúa unos 200 m antes de llegar a la Falla. La
habíamos localizado hace ya 4 largos años y realmente no nos acordábamos
de cómo se debería plantear la escalada. A unos 20 ó 25 m del suelo se
observa un porche, que bien pudiera ser solo
eso por el lugar en el que se ubica. De ésto sí nos acordábamos, pero
ahora que nos presentamos con la cuerda y hierros para escalar, y
planteando el modo de abordar la escalada, nos encontramos con un baño
de realidad. El problema no son los 25 m desnivel
sino más bien que necesitaremos comenzar por superar un extraplomo de
unos 30 m.
Nos ponemos a la tarea sin darle a la cabeza tiempo para pensarlo.
Cuando llevamos unos pocos tornillos clavados, por cierto, gastando
mucha energía por la incómoda posición, nos encontramos con otro
problema. El techo presenta sonido de placa al martilleo
y tenemos que comenzar a desviarnos del trazado más o menos directo que
teníamos visualizado, es decir, el camino se va alargar y no tenemos
seguridad que en el largo recorrido nos volvamos a encontrar el mismo
impedimento.
Paralelo al trabajo de escalada realizamos dos desescombros en zona
lateral de la galería al darnos la impresión que circulaba algo de
aire, pero tras un buen rato desistimos al no ver nada claro.
Nos retiramos un poco bajos de ánimo por la dificultad no esperada y
lo poco avanzado, que anuncia una previsión de tiempo a invertir que
quizá no merezca la incógnita. En cualquier caso, la escalada deportiva
que nos espera por delante también tiene cierto
atractivo así que continuaremos.........
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