martes, 12 de noviembre de 2019

09.11.2019 / RN-142 Continúa la re instalación y comienza la exploración



Parece que el invierno se acerca, ha llovido fuerte los últimos días. Ir al Gorbea nos parece un tanto sufrido y poco eficaz, y como estamos 5 nos decantamos de nuevo por continuar en la RN-142.
Haremos dos equipos, uno continuará con el descenso y re instalación de la sima y otro quedará más arriba, buscando ventanas  que con el alcance de las modernas frontales nos permita vislumbrar posibilidades antes impensables. Ya sabemos que resolverlas traerán trabajos acrobáticos, y descendemos con abundante material. 
Conseguimos llegar a la boca de la sima en un momento de tregua climatológica, pero somos conscientes de que el agua caída nos puede dar una sorpresa.
El equipo  de re instalación desciende equipando hasta el último punto alcanzado la semana anterior. La sima lleva más agua, pero se puede descender, eso sí, más húmedo. Comienza a instalar nuevo, pero 4 tornillos más abajo, una lluvia muy intensa hace real lo que temíamos, ya no podemos avanzar sin ducharnos en segundos. Comienza el remonte desequipando, con el amargo sabor de la precipitada retirada que no nos ha dejado descender ni un pozo más.
 
Bastante por encima, escuchamos al equipo de exploración, cuando nos volvemos a juntar nos cuentan. 
 
Han realizado una primera escalada y posterior travesía en el borde de la sala de -70 que les ha llevado hasta una zona impenetrable, con corriente de aire;  piensan que lleva a la amplia zona que forman los pozos encadenados que hay por debajo.
En el otro lado, ya sobre la zona de pozos, una travesía ascendente les ha permitido acceder a una repisa que se abisma sobre la zona de pozos, que barre el avance.  25 m más abajo ven un bloque gigantesco que precede a lo que parece una continuación -en donde ven discurrir agua-. Tras bajar por la vía clásica para ver si desde abajo observan otras opciones para acceder a ese lugar. comprueban que la posibilidad más realista es una escalada de unos 15 m, pero la llovizna que cae en en todo el sector les dice que mejor otro día, con una meteorología más benigna. 
Remontan e insisten sobre la parte superior de la travesía ascendente (ahora escalada tras un cambio de instalación) para echar una nueva mirada. Se les ocurre que quizás puedan llegar hasta el megabloque penduleando, pero antes hay que tirar una laja que vibre y que piensan supone un peligro. Los zarandeos aplicados sobre ella acaban haciendo que aplaste el pie de Aitor, que comienza un rápido y dolorido remonte para coger la lesión en caliente. La laja se resiste a caer aunque queda en una posición más estable. Finalmente los roces para la cuerda que presenta la vertical y que al ir fraccionando impedirían pendulear en condiciones aceptables, les hace desistir de esa opción de avance.
Aitor se encuentra con David, que asciende con material del fondo y deciden salir juntos de la cavidad y marchar hacia un hospital, por si acaso la lesión, a parte de dolorosa, es algo serio.
Iñaki, Santos y Zeta han quedado finalizando tareas de desequipe de la zona de escalada y salen desequipando todo en condiciones un tanto penosas porque Aitor ha tenido que salir sin saca, y toca más carga. Encima, la sima ha entrado en carga con una potencia que no conocíamos y la ducha definitivamente es irremediable.
Una vez en la calle la fortísima lluvia y viento explican la potente crecida. Llegar hasta el coche y cambiarse de ropa añade un pequeño suplicio, pero en alguna manera formaba parte de la apuesta de ir a la 142 en un día como el previsto. En cuanto a Aitor, horas después, confirma en el hospital que no hay nada roto.


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