Después de la escapada a la cueva del Rebollar II, volvemos a la carga en la RN-103. Continuamos con las escaladas en la G. de los Pasamanos.
La siguiente en abordar se sitúa a mitad del tramo de galería entre el
segundo y el tercer pasamanos. Un meandro activo llega en altura por la
margen izquierda y su traza de conducto freático atraviesa
perpendicularmente la galería generando un conducto – que también incita
a la escalada- en la opuesta margen derecha. Nos decantamos por abordar
la escalada de la margen izquierda.
Tras
unos cuantos tornillos atisbamos lo que parece ser una galería ¿por fin
tendremos suerte?. Alcanzamos la supuesta galería, que no es sino la
base de una nueva escalada. Todo el conjunto presenta dimensiones
generosas y en lo alto de ésta nueva escalada no está claro, pero parece
percibirse de nuevo la anhelada galería; además, el aire circula en
sentido ascendente. Remontamos todo el material y continuamos escalando.
A + 45 y tras otros cuantos tornillos, y casi agotar la cuerda de
escalada, alcanzamos una galería. Parece que ahora sí, pero apenas
recorremos 50 m y nos recibe una nueva chimenea. Se nos ha hecho tarde y
nos aguardan dos escaladas (que pensamos puedan conectar en altura).
Nos retiramos dejando todo equipado con cuerda estática y bien
instalado, lo que nos consume más de 10 anclajes. Tenemos que volver a
terminar al menos las escaladas vistas (aunque ya estamos pensando que
lo único que hacemos es remontar una sima) y topografiar todo para
reflejar bien en el perfil éste nuevo conducto ascendente.
Alcanzamos la calle y nos recibe una noche fría, pero sin lluvia. Se agradece para cambiarse tranquilos.