Tras
remontar por la cuerda que dejamos equipada para descender de las
alturas, accedemos a ésta segunda escalada a por la que venimos hoy. La
verdad es que el conducto ascendente, de génesis freática y dimensiones
medianas, invita a abordar la escalada con ciertas esperanzas. La colada
resbaladiza que tapiza el suelo nos obliga a avanzar más lentamente de
lo que preveíamos y algún que otro anclaje lo tenemos que montar sobre
la costra de colada que baña la pared, lo que nos produce cierto
desasosiego. Una vez arriba, de nuevo la decepción. No continúa, al
menos por conducto penetrable para nosotros, así que la ligera corriente
de aire que sentimos debe escapar por alguna fisura incontrolable.
Nos
retiramos de ésta escalada superior y antes de retirarnos de la
primera, nos acordamos que vimos un paso estrecho a desobstruir al final
de la corta galería en las que nos encontramos. Tras media hora de maza
sobre colada conseguimos pasar. Avanzamos unos 20 m. por suelo estable
pero de nuevo la galería vuelve a caer sobre el largo pasamanos
inferior.
Volvemos
atrás y por segunda vez hoy una anclaje natural nos permite retirarnos
de la primera escalda sin tener que abandonar chapa. Ya a la altura de
los pasamanos, comprobamos la hora y vemos que no nos va a dar tiempo
para ir a por otro objetivo, por lo que decidimos avanzar hasta la Sala
para limpiar las cuerdas empleadas en nuestras últimas acrobacias.
De
retirada, aprovechamos, una vez más, para realizar adecuaciones en los
pasamanos y poder recuperar dos mosquetones más. Alcanzamos superficie a
las 23 h.
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