lunes, 22 de julio de 2019

20.07.2019 G-136 y G-240 Karkabitxueta Lezeak

 La seca continúa y aprovechamos la ocasión para darnos una vuelta por éstas dos simas de la zona de Karkabitxueta.
Queremos ver cómo están de basura y de paso revisar de nuevo opciones de continuar exploración.
Ambas simas son habitualmente regadas por sendas errekas, pero hoy realmente podemos descenderlas con un nivel de goteo aceptable.
En la G-136 encontramos menos basura de la esperada. pero en la G-240, a pesar de que en su día realizamos labores de limpieza, observamos que de nuevo se la ha utilizado como basurero. La zona que no pudimos limpiar hace años por culpa del agua vemos que con una fuerte seca se puede trabajar.
En cuanto a la exploración, por ambas circula aire pero al fondo se estrechan mucho y no nos planteamos trabajar para ensanchar las diaclasas. En la G-240 recordamos una incógnita que no pudimos explorar -también por exceso de agua- pero hoy no localizamos el punto. Han lanzado muchos tocones de madera y quizá el punto a explorar esté taponado. No hemos podido resolver la incógnita y queda pendiente.
A media mañana nos visitan Verónica y Oscar, que viene a pasar el día con el equipo de exploración y contemplar una vez más las elegantes fracturas en las que se encajan las bocas de ésta zona de contacto entre areniscas y caliza.

martes, 16 de julio de 2019

13.07.2019 ITX-200 / a la búsqueda de la galería Perdida

Para éste sábado veraniego decidimos retomar la resolución de otra antigua incógnita, ésta vez en Itxina, en la cavidad Itxinape´ko Sarea. Tras una hora y pico de aproximación entramos al sistema por la boca bautizada como ITX-200. Hoy venimos decididos y convencidos de que podemos localizar la misteriosa galería Pérdida, en la que nos aguarda una corta escalada tras la que vimos que la galería continuaba por una pronunciada rampa. 
Tenemos una imagen fiel en la memoria de la escalada y la rampa el problema que en ésta laberíntica cavidad no conseguimos ubicar la fecha exacta de su exploración ni el camino a seguir para llegar a ella.
Tratamos de solucionar el problema releyendo todos los informes de salida de exploración de la ITX-80 cavidad por la que accedíamos cuando llegamos a dicha escalada. Creemos haber hallado pistas de la exploración en un informe de junio del 2.000 Se encontraría en uno de los laberintos que bautizamos como sector Multiproblemas. Se trata de laberinto tridimensional aderezado de rampas, pozos, pasamanos y alguna que otra gatera.
Llegamos a una de las entradas al sector e instalamos un pasamanos sobre el primer pozo que encontramos. Seguro que la llave está por aquí, pero pronto nos sorprende alcanzar una zona en la que reconocemos haber estado haciendo la misma búsqueda hace unos años. 
Tenemos tiempo y material así que nos ponemos a la tarea. Vamos a revisar palmo a palmo toda continuación  ya sea pozo, pasamanos o gatera que nos encontremos, no va a quedar más opción que terminar localizándola.
La búsqueda es intensa e Inclusive realizamos una larga travesía virgen para llegar a una ventana con buenas pintas pensando que podemos estar explorando algo nuevo. Alcanzada la ventana pronto vemos huellas, está claro que hemos llegado hasta allí por otro lado. Efectivamente, pocos metros adelante llegamos a la sala del Eco. Solo que desde el punto que vimos hoy la ventana no reconocimos el lugar. Es posible que en 1.997 tuviésemos más claro todo éste barullo de galerías.
Nos retiramos derrotados, una vez más. Sara lo vive de modo distinto, ella es la primera vez que ha entrado en ésta cavidad y todo lo disfruta como nuevo.
Con la imagen fresca de lo recorrido el sábado, el domingo volvemos a leer el informe y ahora sí que nos queda claro que la galería Perdida no se encuentra en el sector Multiproblemas. La escalada a la que hacía referencia resultó ser otra y por tanto continúa el misterio. Cabe pensar que el día que localizamos la escalada no ha quedado recogido en informe de salida alguno así que nos vemos abocados a "encontrárnosla" en alguna otra revisión......
A la salida nos recibe la niebla y una ligera llovizna que nos hace ponernos los chubasqueros. Menos mal que conocemos bien Itxina y la campa de Arraba porque la niebla es cerrada e invita al extravío. Finalmente es menos húmeda de lo esperado y llegamos a Pagomakurre humedecidos pero no empapados.
 


martes, 9 de julio de 2019

06.07.2019 / Red del Silencio - Afluente en la galería Sahara


Dos bajas de última hora cambian los planes iniciales que nos llevaban a Itxina y nos encontramos camino de Rasines. Decidimos abordar la exploración de una vieja incógnita en la Red del Silencio, al fondo de un afluente de la galería del Sahara, explorado en 1979.  Hay que avanzar tumbados por un laminador activo, nos vendrá bien encontrarlo con caudal de aguas bajas.
Después de humedecernos y superar un largo paso bajo, para el que hoy hemos traído pala con intención de ampliarlo, alcanzamos el destrepe que nos paro hace un par de años. Lo instalamos y continuamos a por la escalada que los antiguos informes indican nos espera. Pensamos que estamos cerca, pero pronto descubrimos que el laminador y el agua nos van a seguir dando fiesta.
Alcanzamos una poza en la que hay que bañarse y tras la que no adivinamos paso, afortunadamente un meandro estrecho y alto nos invita a elevar el vuelo. 
 
Soltamos las pesadas sacas para buscar paso en el angosto meandro y al cabo de unos minutos volvemos a por ellas, hemos localizado una zona en altura que tiene mejor pinta. Más adelante superamos en libre un desfonde de unos 10 m. Ponemos mucho cuidado, no queremos utilizar la cuerda que traemos para escalar. 
Treinta metros por delante un nuevo desfonde y el meandro gana anchura, imposible oposicionar. Instalamos el salto y abajo nos espera de nuevo el activo, pero no hay que arrastrarse, inclusive avanzamos erguidos, A los pocos metros observamos huellas de nuestros predecesores en una terraza de sedimentos. Vaya!! no estamos explorando zona nueva. ¿Y por dónde pasaron?. Dejamos la resolución de la duda para la vuelta y avanzamos cómodamente unos cuantos metros más hasta que el meandro se bifurca. Por la izquierda se vuelve demasiado estrecho enseguida. El de la derecha presenta una trepada de 7 m que hacemos en libre forzando un poco. Arriba se mantienen las dimensiones motivadoras pero pronto llegamos a unas chimeneas que presentan la morfología de conductos de invasión, simas que llegan del exterior como nos indican los bloques de arenisca procedentes de la cobertera del supraurgoniano, que no anda lejana. Ahora si que hemos llegado a destino. Y también comprendemos porqué no se ha vuelto aquí en años.
El hallazgo nos enfría un poco. Venimos buscando camino hacia la lejana RN-103 y por aquí dudamos encontrarlo. Aún así hay 2 ó 3 chimeneas de entre 10 y 20 m de desnivel que pensamos merecen la pena ser escaladas. Nunca se sabe si podamos localizar un antiguo paleonivel. La corriente de aire es evidente aunque posiblemente proviene de esas simas que en el exterior no hemos podido localizar, a pesar de que la superficie está poblada de dolinas.
En fin, dejamos el resalte equipado y un par de chapas en la última vertical y nos llevamos todo el material, tenemos pensado volver pero seguramente no va a ser en las próximas semanas.
A la vuelta despejamos la duda de por donde llegaron. Efectivamente accedieron por abajo pero el recorrido es muy estresante (más con sacas y hierros) y hasta aquí tenemos que llegar disponibles, con todo el material para ponernos a escalar y ya bastante húmedos y castigados  llegamos como para no buscar los pasos más humanizados.

lunes, 1 de julio de 2019

29.06.2019 Topografia simas Axuri Korraleta´ko Zearra y Bedargogor

 
A pesar de la ola de calor que estamos sufriendo decidimos subir a topografiar éstas simas ubicadas en Gorbeia. Cuando salimos de Bilbao las nubes nos mantienen en unos agradables 18 grados, pero no imaginamos que en las alturas del Gorbeia puede que estemos por encima de las nubes. Acertamos de lleno y desde donde aparcamos el coche tenemos que afrontar una hora de ascenso por zonas de marcada pendiente, bajo el sol claro.
Cuando alcanzamos la boca de Axuri Korraleta´ko Zearra (G-300) llevamos una buena sudada, Decidimos comer antes de entrar a la sima, que luego será peor y aquí no hay un solo árbol. La sima la exploramos hace dos semanas. nos cuesta un poco volver a localizar los agujeros de los tornillos roscapiedra pero localizamos el 90 % así que la tarea no se demora mucho. Cuando llegamos al fondo, y mientras revisamos un exiguo meandro en el que no notamos aire, oímos un rumor como si circulase un río por debajo de nuestros pies. Sabemos que ese sonido lo produce una fuerte corriente de aire circulando por alguna pequeña rendija. Buscamos y rápidamente localizamos el enano soplador. Lo anotamos en la hoja de topografía y en nuestra memoria para volver en otra ocasión. Nos alegramos de haber venido a hacer el trabajo con éste fuerte calor que nos ha permitido obtener el premio de escuchar el txistulari.
Cuando alcanzamos de nuevo la superficie nos golpea el calor sofocante. Sin demora nos cambiamos y vamos hacia Bedargogor esperando un nuevo premio, esta vez en el exterior. Deseamos que alguna de las paredes de los pequeños resaltes rocosos que afloran nos ofrezca una sombra, aunque sea mínima. Así es y disfrutamos por más de media hora pegados a la pared y refrescándonos pues por encima de los 1.300 m.s.m. la suave brisa que corre también aporta algo de frescor.
El descenso de Bedargogor (G-301) lo vivimos como si de una exploración nueva se tratase. Hace más de 20 años que la descendimos a spit. La sima presenta mayores volúmenes y complejidad que Axuri Korraleta´ko Zearra. Cuatro verticales nos llevan al fondo, contando el salto de la dolina exterior. Ya en el descenso notamos aire circulando, y en el fondo también, pero el aire escapa por una húmeda gatera y con amenazantes bloques suspendidos sobre nuestras cabezas. Terminamos la topografía y salimos a la calle pensando que algún día volveremos con más calma para revisar un par de huecos separados de la vertical que necesitan trabajo de taladro y más anclajes. 
Alcanzamos de nuevo la superficie, pero son las 21 h y ya el sol no castiga. Todavía empleamos algo de tiempo clavando una corta travesía ascendente para alcanzar un modesto porche que asoma sobre la vertical de la dolina de entrada. Nos sorprende agradablemente el covachón que exploramos. Corto, pero estético. Al fondo una gatera nos lleva sobre la cabecera de un pequeño pozo que no descendemos porque sabemos que es la chimenea que hemos visto por encima de la cabecera de la segunda vertical de la sima.
Nos han dado las 22 h y vemos un mar de nubes por debajo nuestro. Nos apresuramos a iniciar el descenso para avanzar el máximo sin frontales. Cuando llegamos al vehículo llevamos las botas mojadas. La intensa niebla empapa la hierba y cuando pasamos bajo las hayas inclusive llueve literalmente. 
Estamos relativamente satisfechos. Habíamos venido a realizar una rutinaria topografía de éstas dos simas y nos marchamos con incógnitas abiertas que nos obligarán a volver. El trabajo pendiente no es fácil, pero las simas se ubican en altitud y con nada conocido bajo sus pies, salvo las galerías de Dulao´ko Goikopagadiren Leizeak, que no andan muy lejos pero tampoco son cercanas.