En ésta ocasión nos dirigimos hacia el paraje de
Zamburu (Gorbeia) en donde tenemos pendientes 4 cavidades. Dos ya
exploradas a las que tenemos que asignar sigla y que deberemos
topografiar. De las otras 2 está pendiente la exploración, y en concreto
un en la que deberemos desobstruir la boca de acceso.
Iniciamos la tarea ascendiendo a la plataforma de Zamburu para abordar la desobstrucción de la cabecera de un pozo que se sitúa a unos 20 m de la G-80 (las otras cavidades se ubican por debajo de la plataforma).
Ampliado
el acceso podemos descender el pozo sondeado. Abajo nos espera una
estrechez que superada da paso a una galería modesta en la que podemos
progresar unos 50 m hasta unos destrepes peleones que nos dejan sobre un
pozo de unos 7 m desnivel. Mientras nos disponemos a descenderlo,
también sacamos los trastos de topografiar y nos damos cuenta que nos
hemos traído un Dixto que no marcha bien. Fiasco, de repente se nos ha
fastidiado el plan de día.
La cavidad está muy húmeda por lo que optamos por retirarnos y volver otro día. Asignamos a la cavidad la sigla G-342.
Ponemos el material a secar al sol mientras comemos y replanteamos qué podemos hacer sin equipo de topo.
Tras
comer y remolonear un poco al sol, decidimos acercarnos a la otra
cavidad que tenemos pendiente de explorar. Resulta que la espelunca no
tiene entidad para ser incluida en el Catálogo.
Las otras dos
cavidades se localizan más lejanas y ya están exploradas y solo falta
topografiarlas así que no merece la pena desplazarnos hasta ellas al no
poder culminar el trabajo.
Como todavía nos sobra algo de
tiempo decidimos ir a revisar la G-284. La última vez que pasamos al
lado de ella exhalaba una potente corriente de aire. Ésta cavidad se
ubica a unos 20 m de la G-94, una de las sugerencias de la plataforma de
Zamburu, así que pensamos en echarle una nueva ojeada. El aire que
sopla hoy es menos potente. La revisión no aporta novedades, la cavidad
no presenta puntos débiles en donde abordar una desobstrucción.
Después
de esta revisión, oscurece pronto y más aún debajo de los paredones de
la plataforma así que nos retiramos para alcanzar el vehículo con la
última luz del atardecer y apoyados por el resplandor del plenilunio.