Estamos solamente dos y no queremos mucho lío, así que, aprovechando que la Torca del Hoyón está equipada, vamos a Rasines, a iniciar en esa sima una parte del levantamiento de una nueva poligonal topográfica de la Red del Río Silencio.
Anuncian un empeoramiento de las condiciones meteorológicas y por eso no queremos salir muy tarde.
Hemos pecado de optimistas y solo hemos traído papel normal y Tipp-ex bastante secos; eso sumado a que las paredes están muy mojadas y el Tipp-ex para marcar los puntos se resiste a fijarse en las paredes hace que la topografía resulte un poco incomoda, por lo que en un momento dado dejamos la tarea y nos vamos hacia abajo; tenemos un calendario lleno de actividades físicamente exigentes y queremos hacer un poco de ejercicio y disfrutar de la sima.
Observamos que la sima está muy activa geológicamente. Vemos bloques que no conocíamos y numerosas cuerdas atrapadas por rellenos y corrimientos de rocas.
Se observa también que la instalación fija de la sima ha sufrido bastante, siendo necesario pasar nudos en distintos pozos.
A nuestra salida nos encontramos con una ligera niebla que se espera a que estemos junto al coche para obsequiarnos con un xiri-miri que se hace cada vez más intenso. Una vez en ruta se convierte en un intenso aguacero que nos acompañará durante todo el viaje, haciendo que el trayecto sea muy desagradable, pero alegrándonos al mismo tiempo de que no nos haya pillado en la sima.