Tenemos de nuevo tres días festivos por delante y anunciada
buena meteo así que no desperdiciamos la oportunidad para hacer dos
nuevos ataques a la RN-103.
Topografía en la Primera Via de
Pozos
El viernes 6 de diciembre descendemos hasta el meandro colgado
bajo el P-25 de la 2ª via. Este meandro nos permite enlazar con los pozos y
meandro de la Primera Via. El objetivo es topografiar toda la zona baja de la 1ª
via, hasta enlazar con la sala Delta de -275 m.p. de paso miraremos con nuevos
ojos esta via, que exploramos hace 30 años.
Mientras Iñaki y Ritxi comienzan la topografía, Pedro y
David avanzamos por delante reconociendo e instalando las
dificultades, sin tener muy claro el desnivel de los saltos, pero sí
que hay que hacer una escalada. El camino en algunos puntos es más estrecho y
húmedo de lo que recordábamos. Repetimos la escalada sin grandes problemas.
Gastamos más cuerda de lo esperado y cuando finalmente llegamos al ultimo pozo a
descender ya no tenemos cuerda; afortunadamente reconocemos un punto de topo
unos 6 m por debajo de nuestra cabecera, lo que nos permitirá cerrar la topo y
retirarnos desequipando. Iñaki y Ritxi están a unos 50 m de la escalada cuando
vamos a su búsqueda, son sólo 50 m. pero los más peleones, así que viene muy
bien estar los cuatro para terminar la topo.
Desequipamos toda la vía, pero hemos dejado 2 puntos a
revisar, no tienen mucho interés a primera vista, pero quedan anotados para un
momento que consideremos oportuno. Cuando alcanzamos la calle se nos ha hecho un
poco más tarde de lo previsto (que mañana hay que volver) y nos recibe una noche
fria y despejada.
Exploración: continuación en la Sala (sector
nuevo)
El sábado nos enfundamos de nuevo el traje de romano y para
adentro, sólo que hoy bajamos a explorar en el sector nuevo, más concretamente a
la Sala, a una de las dos continuaciones localizadas el 25 de
mayo.
Tras reequipar el tramo alto de la escalada que nos lleva
a la nueva continuación, abordamos el descenso de un amplio pozo, la
continuación más evidente de este nuevo pequeño dédalo de galerías. Por
desgracía, se cumple la expectativa menos prometedora que preveíamos para este
descenso. Efectivamente 30 m por debajo conectamos con el Primer
Laberinto anexo a la G. Vamos al Sur. Nuestra estimación era
que podíamos aparecer por encima de la escalada de 17 m que habíamos dejado
pendiente, pero no se cumple; hemos aparecido en otra diaclasa en altura. De
todos modos, todo aquello nos parece que pueda estar interconectado e Iñaki
vuelve hasta la base de la escalada de 17 para ver si nos escuchamos. Al rato
nos llegan sus llamadas, pero por un tubo ascendente que llega a mitad de
pozo que hemos descendido. La conexión auditiva es lejana y no muy clara,
pero confirma que esta nueva zona alta puede no estar lejos de la cabecera
de la E-17 pendiente.
Nos colamos penduleando por el tubo ascendente y
comenzamos a tomar conciencia del laberinto tridimensional y desfondado
en el que nos estamos metiendo. Una corta galería de 10 m nos lleva a un
nuevo y profundo pozo. Descendiéndolo comprobamos la conexión con el
Primer Laberinto en dos nuevos puntos. Con la nueva visión que vamos
construyendo, optamos por hacer una corta travesía a mitad de este nuevo pozo y
alcazamos otro corto tramo de galeria que nos lleva a conectar con la base de la
E-17, justo unos 5 m por encima del último anclaje del pasamanos que nos llevó
hasta allí hace unos meses.
Remontamos este segundo pozo que hemos explorado hoy y
volvemos al tubo ascendente para continuar escalando hacia arriba. Unos
metros por encima nos asomamos a una gran ventana. Por un lado tenemos los
anclajes del primer pozo que hemos comenzado a explorar hoy, pero 8 m por
debajo y a unos 15 m de distancia, es decir, tenemos medio hecha una evidente
escalada que habíamos fichado nada mas llegar a la cabecera del pozo. Por
otro lado, esta ventana nos coloca sobre la continuación de la
gran diaclasa desfondada (posible cabecera de la E-17??) y por encima de la
ventana, tenemos una escalada de 10 m a hacer sobre la gran diaclasa.
Arriba no se ve nada evidente, pero hay una posibilidad de continuación que
tendremos que revisar.
El día no da para más y tenemos instalada toda la cuerda
que movíamos hoy, así que optamos por retirarnos y abordar la exploración
de este complejo laberinto aéreo en otra jornada con: más tiempo, más
batería y más cuerda.
El balance final de esta jornada es un poco decepcionante.
Mucho trabajo y poco resultado topográfico (apenas 70 m), y además, una de las
incógnitas más prometedoras que teníamos parece que, en vez de abrir nuevos
frentes de exploración, va a eliminar la incógnita de la Escalada de
17 m. Sólo nos queda la esperanza de encontrar un nivel colgado (que no se
atisba morfológicamente) escalando en estas alturas (60 m por encima del río)
para encontrar un paso que nos permita avanzar río abajo.
Nos retiramos desinstalando los pozos y notando sobre nuestras
espaldas los dos días de exploración. En la calle de nuevo nos recibe una
boveda celeste deslumbrante, lástima que 20 grados o más nos separan de las
sensaciones de una de esas noches veraniegas en las que cambiarse y picotear
algo con parsimonia se vuelven una delicia.