Mañana lluviosa en la que partimos hacia Itxina con la
esperanza de encontrar nieve. La meteo así lo anuncia y nosotros no dudamos,
llevamos las raquetas y el equipo de espeleo queda en casa.
Entramos por Urigoiti, la nieve incrustada en el paredón Oeste
de Itxina promete un buen paseo en raquetas. Al llegar bajo las Atxas, ya la
nieve levanta 15 cm. y no vemos huellas. Nos calzamos la raquetas. La última
subida hacia Atxular continúa sin huellas y aumentando el nivel de nieve, está
claro que somos los primeros que pasamos por aquí.
La nevada en el interior de Itxina acumula al menos 60 cm de
potencia y las marcas y trazas de sendero están desaparecidas. Decidimos ir a
prospectar hacia las cabeceras de Urrikobaso. Nuestro paso por Lezabaltz
nos confirma que nos mantenemos -más o menos- en el sendero.
Las ramas doblegadas por el peso de la nieve y los 60 cm más
elevados sobre el paso habitual, hace que los árboles sean mayor obstáculo
en nuestro avance, por contra, el roquedo bajo está desaparecido y
circulamos por pasos que habitualmente no hollamos.
Llegamos al gran pozo de 90 m de Urrikobaso y no nos
resistimos a fabricar una gran bola de nieve, que precipitamos rodando
hacia el abismo con gran jolgorio.
A partir de este punto, realizamos la prospección con
mayor detalle. El control es grande en las zonas de dolinas y campas, pero en
las grandes dolinas y zonas agrestes apenas podemos mirar dado que el
riesgo es alto (cornisas de nieve traicioneras, grietas tapadas). Llegamos
hasta Goikotxabolalde en donde al amparo de su pequeño porche
inmaculado de nieve nos quitamos las raquetas y mientras comemos un poco
observamos cómo nos estamos librando de una buena nevada.
Continuamos subiendo hacia Atxajautxieta, pero las gigantescas
dolinas y la niebla que nos acompaña todo el día, nos hacen desistir y volvemos
nuestros pasos hacia las campas de Lexardi, además, ya tenemos que pensar
en el regreso.
Dejamos atrás Lexardi y alcanzamos nuestras
huellas en las cercanías de Lezabaltz; decidimos volver por encima del
sendero hacia Atxular prospectando un nuevo sector. Las profundas dolinas y
agresivo lapiaz no nos lo ponen fácil y empieza a anochecer. Nos concentramos en
bajar de nuevo hacia nuestras huellas y superar Atxular.
Alcanzamos de nuevo la vertical de las Atxas ya de noche y
sacamos la frontal. Llegamos a Urigoiti húmedos pero contentos del paseo
disfrutado. En cuanto a los resultados de prospección, estos han sido nulos, no
hemos localizado nada nuevo de interés. Por contra, creemos que hoy
hemos sido la única compañía del Basajaun en Itxina.