Avisados por las previsiones de la meteo, desestimamos
subir a Itxina, especialmente por precaución ante las granizadas y nevada
prevista. Parece que acertamos y nos evitamos bastante miseria.
No queremos quedarnos en casa y Esther tiene ganas de espeleo,
esto nos motiva para mirar hacia el benigno Rasines. Optamos por descender
una vez más la sima Regato Calero II. Es una sima fácil, seca y bonita, en
donde hacer un poco de Jumar.
Tras la consabida visita al bar de Delfi para saludar a la
familia, nos subimos para Ojebar. El viento zumba con fuerza, pero la cavidad
está cerca del coche y la aproximación es cosa fácil aprovechando un rato sin
lluvia.
Descenso rápido al fondo, en donde nos damos un paseo en sus
corta, pero entretenida galería horizontal. varios regatillos cantarines nos
indican que la noche del viernes ha tirado agua por estos lares. lamentablemente
todo esos cursos de agua se sumen en impenetrables.
Visitamos el fondo, fondo, de la cavidad, lugar al que no
habíamos vuelto casi desde nuestra exploración de 1981. Son apenas unos metros
más de desnivel y la zona es peque y húmeda, pero había energías de
sobra.
Para las 19 h. estamos en la calle.
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