Solo estamos Iñaki y David por lo que desestimamos otros posibles planes y nos subimos a continuar la prospección en Atxerre, además, el parte meteorológico anuncia tiempo propicio.
Llegando a Atxerre nos encontramos con una cuadrilla numerosa (perro incluido). Llevan un guía, pero está un poco desorientado. Al oírles los comentarios les avisamos del "marrón" en el que se están metiendo, pero el guía está decidido a darles el paseo. No podemos hacer más por ellos; meten al perro en una mochila, nosotros seguimos a lo nuestro. Les oímos y les vemos un buen rato después en un promontorio cercano. El día es joven y la niebla se está disipando, ya saldrán del laberinto, esperemos que con los tobillos enteros.
Decidimos ir primero a por una sima que localizamos la semana pasada, pero al Este del pico Atxerre, sin entrar todavía en el mar de piedra desnuda. Antes prospectamos un rato, nos hemos dado cuenta que esta zona se ve vacía de simas catalogadas en el mapa por lo que sospechamos que no está totalmente prospectada y quizá encontremos tarea para el día de hoy.
Efectivamente tras una hora de prospección localizamos 4 pozos en los alrededores, así que tenemos asegurado trabajo para el día sin movernos de este pequeño sector.
La primera sima, ITX-360 es una dolina vertical en cuyo fondo se abre un pozo de 12 m. En la base nacen 2 continuaciones de escaso desarrollo.
La ITX-361 es una preciosa, amplia y vertical dolina. En una de sus paredes se abre un P-27 de lisas paredes. cuando remontamos, superamos con un péndulo el diafragma rocoso que la separa de la gran dolina y descendemos al fondo. Un nuevo P-5 nos lleva a una diaclasa descendente, aquello comienza a parecerse a una sima, pero unos metros más adelante se abre un P-4 solo que sus 20 cm. de anchura ponen fin a la exploración.
La ITX-362 se localiza en el mismo borde Norte de la dolina ITX-361. se trata de un oscuro pozo, pero de tan solo 11 m. Lo catalogamos porque justo debajo sondeamos un nuevo pozo de 10 m. o más de desnivel, aunque necesita de una severa desobstrucción en su cabecera.
La ITX-363 es otra gran y profunda dolina. Optamos por descender a lo que parece un pozo independiente, dentro de la gran dolina. descendemos unos 15 m. y alcanzamos la base en donde se abre un estrechísimo pozo de unos 4 m. pero en su fondo se observa luz. Está claro que conecta con el fondo de la dolina, pero por aquí no pasaremos. En la pared de diafragma rocoso que separa este pozo de la gran dolina observamos un punto débil. Le damos a la maza un par de minutos y, para nuestra sorpresa, se desploma un gran bloque, o trozo de pared, de unas 4 toneladas, afortunadamente cae hacia el lado de la profunda dolina. Tras el susto, comprobamos que el camino ha quedado abierto; un tornillo y 4 m. más abajo pisamos fondo de la dolina. Revisamos su perímetro pero no hay indicios de continuación.
Son más de las 19 h., aquí hemos terminado el trabajo. Solo ir al P-20 localizado la semana pasada en la pared de la gran grieta (ITX-359) nos va a llevar más de media hora así que tras dejar las cuerdas en el mismo nido de la semana pasada, optamos por una retirada tranquila y disfrutar del soleado atardecer.