lunes, 23 de febrero de 2015

21.02.2015 RN-103 rampa acceso Meandro de los Miles‏

Con un día de perros nos juntamos en el bar de Delfi: Maiteder, Esther, Ritxi, Santos, Pedro, Iñaki, Oscar, Aitor y David.
 
 
 
 
 
Antes de entrar a la cavidad aprovechamos para felicitar a David y Pedro por la proximidad de su cumpleaños, y nada mejor para ello que degustando la exquisita tarta de manzana que preparo Esther para tan magna ocasión .
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Después de juntar ganas nos vamos para la 103. Oscar y Aitor se quedarán en los pozos, el resto vamos para Olentzero, con la intención de cerrar incógnitas en el sector de la rampa de acceso al Meandro de los Miles.
 
 
Esther, Ritxi y David vamos a realizar la topo del pozo de los Bronquios, explorado la semana pasada, y desequiparlo. Una vez terminada la labor, avanzamos hacia el Meandro Brillante para terminar una escalada que también dejamos pendiente la semana pasada. Es la primera escalada que hace Esther en punta (ta ta channnn). Lástima que arriba se cerrase (la próxima será la buena Esther).
Se nos ha hecho tarde y volvemos al encuentro del equipo de Maiteder, Santos, Iñaki y Pedro. Hemos quedado sobre las 20 h al inicio de la rampa, que mañana hay reunión para la campaña de Larra en Vitoria-Gasteiz y no es cosa de salir demasiado tarde.
Una vez juntos, solo que a las 21 h., nos enteramos que el pozo de 4 m que daba sobre una galería, es un pozo de 8m y no tiene continuación. Por otro lado, la atlética travesía a la gran ventana colgada ha quedado realizada, pero con decepción descubrimos que no hay continuación. El desequipe de la travesía es más difícil si cabe.
Salimos con escasos 70 m de topo, pobre resultado para tres incógnitas cerradas. Llegamos a la calle sobre las 2 de la madrugada y nos recibe una desagradable lluvia. No es la hora a la que queríamos haber salido, en la reunión de mañana seguro que se escapa algún que otro bostezo.............
 
 

lunes, 16 de febrero de 2015

14.02.2015 RN-103 - escaladas en el Meandro Brillante‏

  
La nieve se ha retirado, toca dejar colgadas la raquetas y paseos por el Gorbea y volver a la 103. Por motivos de lo más variopintos, de los 7 que estábamos apuntados para la entrada terminamos descendiendo solo tres: Pedro, Ritxi y David. Nos dirigimos al Meandro Brillante para revisar algunas escaladas, trepadas y un pozo.
 
Finalmente realizamos 2 escaladas de unos 15 m que no dan continuación, aunque una de ellas nos lleva a un estrecho tubo ascendente por el que circula aire, pero demasiado estrecho y peligroso por derrumbe de placas. Terminadas las dos escaladas nos vamos a revisar otro tramo del meandro en el que el techo no siempre es visible y se observan cambios de altura. Realizamos varias trepadas y pasos de hombros que nos permiten comprobar que no hay incógnitas. Para terminar, descendemos un pozo que se encuentra cercano a la rampa de acceso a este meandro. La cercanía física del pozo a la rampa indica con claridad que al 99 % aterrizaremos sobre la rampa y así es solo que nos sorprende que el pozo presenta en su tramo inferior tres bifurcaciones que se corresponden con otros tantos pozos que conectan con la rampa a lo largo de unos 25 m de desarrollo. El cierre de estas incógnitas deja finiquitada la exploración del Meandro Brillante.
 
Son las 20 h y hoy no queremos salir muy tarde así que ponemos rumbo a la superficie.  


lunes, 9 de febrero de 2015

2015-02-07_Supelegor


Si no puedes con los elementos…
La nieve a baja cota truncaba todas nuestras expectativas de hacer espeleología, así que se convirtió en un objetivo en si mismo.
Pocas veces habíamos visto tanta nieve en Gorbeia y menos en cotas tan bajas, de modo que las dificultades extraordinarias supusieron también unas condiciones extraordinarias para disfrutar de una situación singular.
Nos marcamos el objetivo de llegar hasta la cueva de Supelegor, siguiendo un itinerario en el que nos hundíamos a veces hasta más de las rodillas, pese a las raquetas, y con una pala de nieve en la ladera de Atxulo que hacia muy difícil avanzar. Un camino sacrificado donde el premio era tener Itxina solo para nosotros. Tan solo nos cruzamos con un par de esquiadores, por debajo de las Atxas, de cuya traza nos beneficiamos durante un tramo.
La cueva de Supelegorri, con un muro de nieve en su entrada de más de metro y medio, y Supelegor, con su techo cubierto de carámbanos, dieron la nota espeleológica a una jornada más fotera que otra cosa.