La nieve se ha retirado, toca dejar colgadas la
raquetas y paseos por el Gorbea y volver a la 103. Por motivos de lo más
variopintos, de los 7 que estábamos apuntados para la entrada terminamos
descendiendo solo tres: Pedro, Ritxi y David. Nos dirigimos al
Meandro Brillante para revisar algunas escaladas, trepadas y un
pozo.
Finalmente realizamos 2 escaladas de unos 15 m que
no dan continuación, aunque una de ellas nos lleva a un estrecho tubo
ascendente por el que circula aire, pero demasiado estrecho y
peligroso por derrumbe de placas. Terminadas las dos escaladas nos vamos a
revisar otro tramo del meandro en el que el techo no siempre es
visible y se observan cambios de altura. Realizamos varias trepadas y pasos de
hombros que nos permiten comprobar que no hay incógnitas. Para
terminar, descendemos un pozo que se encuentra cercano a la rampa de acceso a
este meandro. La cercanía física del pozo a la rampa indica con
claridad que al 99 % aterrizaremos sobre la rampa y así es solo que nos
sorprende que el pozo presenta en su tramo inferior tres bifurcaciones que se
corresponden con otros tantos pozos que conectan con la rampa a lo
largo de unos 25 m de desarrollo. El cierre de estas incógnitas deja finiquitada
la exploración del Meandro Brillante.
Son las 20 h y hoy no queremos salir muy tarde así
que ponemos rumbo a la superficie.
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