Como estábamos muy justos nos dimos un descanso en lo de palear barro en Otxabide y nos fuimos a la ITX-57 (explorada hace ya más de dos décadas).
Previamente a la entrada en la sima nos dimos una vuelta por la zona de Supelegorgana, y sacamos alguna foto de la ITX-1, pero esa luz… no todo son ventajas con un día soleado. Vimos que en la zona existen varios pozos que parecen tener cierto desnivel; quizás la decisión en nuestros inicios en Itxina de inventariar solo cavidades de más de 30 m haya hecho que nos dejemos alguna que sí que incluiríamos con un criterio más flexible. Habrá que revisar.
En la ITX-57 nos vimos frenados en su día por una estrechez a -70 y era el momento de ver si había opciones de continuación. En el equipo contábamos con uno que está dando sus primeros pasos en esto de la espeleología y de otro algo más veterano deseoso de cogerle el tranquillo al arte de equipar, pero la sima no lo puso fácil, pues estaba bastante húmeda.
Una vez valorada la posible desobstrucción dejamos la sima equipada, aunque habrá que escoger para hacerla un momento en que la sima esté más seca.
El nuevo taladro nos dejó un estupendo sabor de boca, pues tras un tercer día de uso sin cargar baterías, vemos que la carga sigue en un 75% (en esta ocasión se hicieron 11 perforaciones de 8x60 mm).
Tras salir de la sima aprovechamos la estupenda tarde de principios del otoño para ir hasta Abikoleza (-150 m) y refrescar el mejor itinerario, pues es otra de las simas que tenemos entre las tareas próximas de revisión.