El sábado nos internamos en ambas cavidades con
la intención de ver si nos escuchábamos y darnos así ánimos para
continuar trabajando en la conexión de éstas dos cavidades. Por la
ITX-147 entraron: Esther, Aitor, Iñaki y Urko. Por Otxabide fuimos
Ritxi, Pedro y David.
El equipo de Otxabide
llegamos antes al laminador en el que ya llevamos unas 5 sesiones de
desobstrucción. El equipo de la ITX_147 tiene más tiempo de acceso a la
boca de la sima y también que equipar un pasamanos de 40 m y un pozo de
10 m, afortunadamente los pozos los dejamos equipados a finales de
julio.
Los intentos de conexión entre ambas
cavidades es un objetivo perseguido hace tiempo dada la proximidad entre
ambas cavidades. Estuvimos a punto de conseguirlo con la boca alta de
Otxabide (la VI-448 o ITX-150) quedándonos a unos 20 m de conseguirlo
detenidos por un caos de bloques infranqueable. Después de éste fracaso,
un detenido estudio de otras posibilidades, nos llevó a intentarlo por
un laminador cegado, ubicado en Otxabide.
Tras
varias sesiones de vaciado de sedimentos en el laminador de Otxabide,
el trabajo se volvió muy trabajoso, así que necesitábamos animarnos
confirmando nuestra intuición mediante la escucha entre ambas cavidades.
Y esto es lo que precisamente conseguimos en ésta exploración. Con gran
emoción, primero escuchamos los golpeteos en las paredes y después de
unas horas de trabajo, inclusive escuchábamos el rumor de las palas
golpeando los sedimentos.
La conexión no está
realizada aún, pero sentimos que debe estar cercana. No cantamos
victoria aún porque el trabajo es arduo. El sábado solo conseguimos
avanzar unos 4 m en la ITX-147 y 2 m en Otxabide. Ahora se pone más
difícil porque a la longitud se une en que por ambos lados estamos
descendiendo, y extraer el barro se vuelve cada vez más exigente.
El
objetivo de ésta incursión está cumplido, ahora que nos hemos escuchado
ya no dudamos de las posibilidades de la conexión y nuestra
preocupación a pasado a ser si nos lo podrán más o menos difícil. Lo
que sí tenemos más claro es que la próxima (o próximas) vez (veces) que
volvamos a sufrir los rigores de la humedad y el cansancio lo haremos
con mucha más convicción e ilusión.
Hummmm.... eso huele a conexión, animo y a por ella :-)
ResponderEliminarGracias por tus animos Miguel Angel, haber si este finde tenemos la suerte de conseguir la conexión y lo podemos narrar el proximo lunes.
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