martes, 28 de enero de 2020

26-01-2020 RN 103 Escalada del Conserje

Entramos en la RN-103 Aitor, Rubén (Takomano) y Esther el viernes sobre las 7 de la tarde con idea de madrugar el sábado y aprovechar bien la jornada.
Aprovechamos que hay bastante material dentro y que vamos ligeros para meter una tienda de campaña que tenía Aitor. Es una tienda un poco justa para tres pero la noche del viernes nos apañamos. De todas maneras la tienda condensa mucho y por la mañana nos encontramos la tienda empapada por dentro (tendremos que buscar otra solución, aunque de momento valdrá).
El sábado nos dirigimos a la escalada del conserje que dejamos a pocos metros de acabar. Tras la escalada nos encontramos unas galerías que abarcan la galería inferior con algunos desfondes a la misma. Hacemos un par de pasamanos para salvar los desfondes pero las galerías mueren a pocos metros y nada parece salirse de la galería inferior.
Al final de la escalada que daba a las galerías superiores el techo subía varios metros y no dejaba ver el techo, por ello, aunque aparentemente no se veía nada, hicimos otra escalada para dejar la zona sin incógnitas. La escalada nueva, de unos 25m no da nada y nos retiramos de nuevo al vivac. Hemos hecho unos 220m de topo así que no está nada mal, pero siempre nos queda ese sabor agridulce en la boca, en el que tantas jornadas de escalada podría haberse enrollado y darnos una bueno continuación. Parece que hay que seguir insistiendo.
Para las 11 de la noche ya estábamos durmiendo, lo cual nos vino bien porque Esther necesitaba salir antes de lo planeado y nos tocaba madrugar otra vez el domingo.
Por la mañana inventariados todo, recogemos y sobre las 11 estábamos los tres fuera con ganas de volver y hacer otra de las escapadas pendientes.

lunes, 20 de enero de 2020

18.01.2020 RN-142 Exploración más allá de la Gran Travesía de -120 m.p.


Continuamos con la exploración del 04.01.2020 sobre la Gran Travesía de -120 m.p. en la que un fallo del taladro nos obligó a retirarnos.
Mientras un equipo sube a las alturas para proseguir con la instalación de los aéreos, otro desciende por la vía clásica, con mucha precaución por si los desescombros en altura hubieran podido afectar a la instalación.
Afortunadamente, y como esperábamos, la instalación está en buen estado. 
En altura el taladro ruge de continuo y 50 metros por debajo escuchamos el lejano martilleo, adivinando casi de seguro que la vía en altura llegará por un meandro lateral a la vía clásica, en el que en su día no nos molestamos en escalar.
Efectivamente, tras recorrer un accidentado camino, los compañeros aparecen por el meandro paralelo, y como les hemos esperado en el lugar de posible conexión, así podemos confirmarlo. Aparecen por un punto más bajo, descendiendo por la base del meandro, y no rapelando por las alturas, por lo que hemos hecho bien en esperar para confirmar porque no hubieran visto la instalación clásica, que circula unos metros por encima.
El nuevo meandro tiene continuación también hacia arriba y exploramos con avidez, pero cortas y resbaladizas trepadas nos obligan a avanzar escalando hasta que agotamos cuerda y anclajes, quedando ante una escalada de unos 20 m. El aire circula en sentido ascendente, pero para nosotros el viaje ya ha perdido interés porque avanzamos en el mejor de los casos hacia la calle y no estamos dispuestos a continuar gastando energías, en un meandro ascendente, que además, va haciéndose cada vez más estrecho.
Toca comenzar a topografiar y desequipar todo el sector. Finalizada la topo, continuamos desequipando también el final de la travesía que nos ha traído a éstas alturas, pero en el último segundo, nos arrepentimos y antes de retirar la cuerda final decidimos dejar equipada la vertical. Nos queda una última incógnita a revisar. Es continuar escalando en la zona superior, y la verdad es que no confiamos mucho en las posibilidades, pero nos puede el hecho de no agotar las incógnitas del sector. Lástima no haber tomado la decisión antes porque hemos desequipado un buen tramo de la travesía que tendremos que volver a equipar para abordar la nueva escalada.
En fin, que el material nos lo agradecerá porque ha salido a la calle y recibirá una merecida ducha reparadora.
 
 

miércoles, 15 de enero de 2020

11/01/2020 RN-103 Escalada del conserje. G. Olentzero


El viernes por la mañana Esther y Aitor decidieron ir la RN-103 esa misma noche, vivaquear dentro y así el sábado poder atacar con más ganas a la escalada en el techo que queda pendiente en la G. Olentzero. Tras las últimas compras de rigor (comida y unas esterillas hinchables premium) nos dirigimos hacia Rasines. No son horas, pero aun así nos tomamos el café de rigor, esperemos que la cafeína nos ayude a no dormirnos mientras bajamos.
 
No tardamos en llegar al vivac, pero entre ponte bien y estate quieto nos dan horas muy tardías, poco nos importa sabiendo que al menos al día siguiente estamos a una hora de la punta.
 
Una vez en la escalada observamos que en las dos jornadas anteriores nos hemos quitado un buen cacho, pero todavía nos quedan muchos tornillos. Dado que nos estamos dedicando a innovar con todo tipo de anclajes nos vemos obligados a escalar con llave 10, de 13 y de 16. Y no descartamos que acabemos usando también la de 17, ya que metimos un porrón de parabolts. Por lo que tanta llave nos hace bautizar la escalada como la escalada del conserje.
 
Ya que hemos venido hasta aquí decidimos apurar el día al máximo, consiguiendo quitarnos todo el techo, y dejando para la próxima sesión la escalada de la chimenea. Todavía no podemos intuir gran cosa, solo sabemos que aún nos queda bastante para poder acabarla y echar a correr durante kilometro y medio por esas fantásticas galerías que llevamos soñando tornillo tras tornillo.
 
Finalmente salimos a las 3.00 de la mañana, mucho más tarde de lo que nos gustaría, ya que el domingo nos tocaba ir a la Asamblea del EEL en Oñate
 

lunes, 13 de enero de 2020

08.01.2020 Prospección entre Peña Urratxa y Mandobide

Con una meteo favorable, decidimos salir de prospección al Gorbea, para bajar el roscón de Reyes y disfrutar de un día, a mitad de semana, en la montaña. Decidimos revisar algunas dolinas en la Campa de Arraba, a la búsqueda de la VI-888 que no localizamos, en parte porque los sumideros están bastante pringosos de barro húmedo y es difícil ver nada entre la maleza. Nos fijamos en dos puntos que parecen ser candidatos a albergar la incógnita. Después pasamos al lado de las simas de Gatxarrieta y descendemos hacia Peña Urratxa. Gastamos unos minutos en acceder a la G-153, pero nuestro destino final era subir hacia Mandobide y el Gorosteta. 
Por encima de la pista que conduce a Austingarmin re-localizamos un pequeño sumidero, que ya conocíamos. No está catalogado y lo fichamos para descender y catalogar, aunque aparentemente poca cosa más será de lo que adivinamos.
Decidimos no avanzar hacia el Gorosteta y quedamos a la altura del paso de Mandabide, prospectando en la ladera que da hacia el Urkunatxa. Localizamos una cavidad que posiblemente sea la G-256, pero no lo podemos determinar y las marcas deben haberse borrado. En las inmediaciones de ésta localizamos tres pequeñas oquedades a las que tendremos que volver para ver si continúan; una de ellas necesita cuerda. el sector queda pendiente de continuar prospectando pues poco hemos andado por éstos lares y vendrá bien una segunda mirada, visto lo visto.
 

martes, 7 de enero de 2020

04.01.2020 RN-142 Gran travesía a -120 m.p.


 Iniciamos la actividad espeleológica del 2020 en Rasines, empujados por una meteorología algo inestable. Equipamos de nuevo la RN-142 y continuamos con la gran travesía comenzada el 14.12.2019. Alcanzada, por fin, lo que parecía una gran plataforma, resulta que lo es solo en parte y nos obliga a continuar tirando de cuerda y anclajes para progresar por una rampa descendente. 


Finalmente ponemos pie en tierra, pero pronto decae la alegría inicial; a los pocos metros de nuevo el suelo firme desaparece y tenemos que continuar instalando. Tras tirar gran cantidad de bloques progresamos por el desfondado. Dos opciones se nos presentan. Por un lado descender unos metros hasta una curva que no nos permite ver si continuaremos en desfondado, o se presenta el deseado paleonivel. La otra opción la visualizamos en frente y a lo lejos. Una modesta ventana de aspecto poco interesante, pero a la que tendremos que acceder mediante otra travesía. Una vez que estamos aquí arriba no dejaremos recoveco sin revisar.
Desafortunadamente no podemos resolver ninguna de las dos incógnitas porque el taladro se niega a continuar trabajando y nos obliga a retirarnos antes de lo previsto.


jueves, 2 de enero de 2020

28.12.2019 / ITX-407 Exploración y topografía

 
Tenemos por delante un sábado soleado y seco así que nos encaminamos hacia Itxina para abordar la exploración de una sima conocida su boca desde hace años.
Nos sorprende la gran afluencia de vehículos hacia Pagomakurre, se ve que la gente ha decidido subir a la cima del Gorbea coincidiendo con el último fin de semana del año. Los atascos de vehículos en la estrecha pista (entre los que suben y los que bajan por no encontrar aparcamiento arriba) y que tenemos que dejar el coche mal aparcado, y un kilómetro antes de Pagomakurre, nos consume una hora y media que no teníamos prevista.
Una vez alcanzada la Campa de Arraba y desviándonos hacia el paso de Kargeleku nos permite retomar la tranquilidad habitual, una vez nos alejamos del concurrido camino hacia la cima del Gorbea.
El acceso final a la boca de la sima nos exige atravesar una gran y agreste dolina, al estilo de las tan habituales en el alejado sector de Atxerre,
Portamos maza, puntero y barramina. Tras una hora de forcejeo con la roca conseguimos abrir un pequeño paso lateral y colarnos en el pozo. La sima queda catalogada como la ITX-407. Descendidos los dos primeros metros miramos hacia arriba y los bloques empotrados sobre la boca nos provocan cierta inquietud. Equipamos a conciencia para no tocar nada que no sea roca sana. El pozo es estrecho pero a -6 m.p. todavía se vuelve más estrecho y nos obliga a usar el descendedor sobre los lazos. A -30 m.p. tocamos suelo. Un meandro elegante en altura al que hemos accedido mediante un péndulo, ha retrasado nuestra llegada a la base del pozo. desafortunadamente el meandro colgado no da continuación.
En la base del pozo superamos un destrepe estrecho entre bloques de unos 3 m de desnivel y podemos avanzar unos metros hasta alcanzar un nuevo pozo de unos 8 m. Las paredes húmedas y con coladas resbaladizas nos obligan a avanzar con mucha atención sobre la fractura desfondada. Finalmente alcanzamos una estrechísima diaclasa, por la que llega una perceptible corriente de aire, pero del todo impenetrable.
Nos retiramos topografiando y desequipando. Una vez en e exterior, superamos la carrera de obstáculos de la gran dolina ya sin luz diurna y ponemos rumbo hacia Pagomakurre en donde reina una tranquilidad que hace difícil imaginar el acentuado bullicio mañanero.