Formamos dos equipos, uno desciende directamente a por la incógnita comentada y el otro inicia un acrobático pasamanos 15 metros por encima de la base el P-50. Este segundo objetivo busca alcanzar el acceso a un gran pozo que se vislumbra en la lejanía y al que es muy difícil acceder desde la base del P-50.
El equipo que continúa la exploración del 22 de
mayo finaliza la travesía ascendente y alcanza la ampliación que se
adivinaba, pero no encuentra continuación. Topografía y desequipa la
zona.
Mientras tanto, el equipo del pasamanos acrobático
consigue alcanzar el acceso al gran pozo y lo desciende, teniendo que
empalmar tres cuerdas pues la mitad de la cuerda de 60 m ha quedado en
el pasamanos.
Unos 60 metros por debajo llegamos a un punto en
el que observamos los agujeros de los anclajes de la escalada que
iniciamos sobre la cabecera del ultimo pozo de 18 m que nos llevó a la
cota final de -170 m.p. en la vía Nueva. Hemos conectado viniendo desde
las alturas por una chimenea que en su día medimos desde abajo en más de
50 m.
Mientras se desequipa éste amplio pozo, el primer
equipo ha comenzado una travesía en alto del P-30 y termina conectando
con la base del P-75 de la vía Nueva. Un poco sorpresiva la conexión
pero intuida en parte al ir comprobando que la topografía no nos
separaba de zona conocida con la que íbamos conectando sistemáticamente
por todos lados.
Hemos disfrutado del descenso y acrobacias en
las diversas verticales que nos ha aportado la vía Covid, pero no hemos
podido encontrar el camino hacia una posible conexión con la Red del
Silencio. Si existe, no nos lo ha puesto nada fácil en medio de éste
laberinto vertical en el que el paso podría localizarse en cualquier
paso en las alturas. Ante la falta de incógnitas a la vista, decidimos
desequipar la cavidad al completo, abandonando la cavidad con las sacas
bien cargadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario