La primera cueva que
visualizamos es la cueva de Askotxi, ya conocida y catalogado por
nosotros hace muchos años, solo que accedíamos a ella desde arriba.
Continuamos
hacía la cascada que conforma la erreka que nace en Pagomakurre. Desde
abajo localizamos un oscuro (lado derecho mirando las pequeñas cascadas
desde abajo) al que no podemos acceder. Las opciones de explorarlo
vienen de realizar una pequeña escalada desde abajo o realizar un
descenso de unos 30 m desde el alto de la pared.
Desde éste
punto decidimos remontar hacia la zona superior de la pared, salvando
rampas húmedas y resbaladizas en donde debemos poner mucha atención.
Una
vez arriba rápidamente alcanzamos la pista y ponemos rumbo al coche,
que ha quedado en el pequeño merendero de Upo. Esquivamos una tormenta
buscando refugio tras los densos pinares y localizamos tres cavidades
que más tarde comprobamos ya teníamos catalogadas.
Continuamos
avanzando y tomamos una pista lateral que nos lleva hacia Larreder. No
lejos de Larreder, y para nuestra sorpresa, localizamos una profunda
nevera y alrededor de ella 3 ó 4 pozos que no tenemos catalogados.
Alcanzamos
el vehículo entre pequeños episodios de lluvia, contentos de haber
localizado nuevos fenómenos espeleológicos que catalogar.
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