martes, 3 de septiembre de 2013

31/08/2013 Prospeccion Atxarre; ITX-380 e ITX-383


Aprovechando el buen tiempo volvemos a la zona de Atxarre. En las últimas prospecciones quedaron dos simas sin terminar por no tener cuerda suficiente (las ITX-380 e ITX-383), así que aprovechamos que estamos cuatro para ir con más cuerda y centrarnos en estas dos simas.
El día está estupendo aunque ligeramente cubierto, con una luz buena para hacer fotos de exterior pero todavía excesiva para usar a gusto el lasermetro en las zonas de dolina (se nos ha vuelto a olvidar el láser verde).
Comenzamos por la ITX-383, en donde el taladro sufre un pequeño percance; al poco de empezar la batería se sale por estar mal encajada y, aunque se recupera fácilmente, el paso de una estrechez con el taladro colgando y sin ella colocada, hace que las conexiones sufran más de la cuenta y que se suelte una soldadura en la tapa que le hemos puesto para poder usar baterías de más capacidad. A partir de ese momento el uso del taladro se vuelve muy complicado, teniendo que usar las dos manos para perforar con él, lo que no nos impide llegar al final de la sima, tras descender un pozo de 32 m (alcanzado un desnivel total de 55 m). Al salir hacemos un péndulo que nos lleva hasta un pozo paralelo de 10 m sin continuación.
En la ITX-380 se franquea el angosto paso donde quedamos la vez anterior, en el costado sur del pozo de entrada. El paso resulta muy justo y ampliarlo sería muy peligroso, pues habría que romper un diafragma sobre el que descansa una pila de bloques.
La instalación, con péndulos y pasamanos, se come todos los anclajes que tenemos y, aunque podríamos reorganizar el equipamiento para liberar alguno, resulta que la molestia de esa tarea, sumada al coñazo que resulta usar el taladro en las condiciones en que se encuentra, hace que decidamos dejarlo para otro día, quedando la sima equipada a la espera de una nueva oportunidad. Por debajo nuestro sondeamos un pozo que parece tener más de 30 m.
La experiencia en la zona de Atxarre nos dice que nada acaba por bajar mucho y que seguramente estaremos cerca del fondo; es una lastima no saber realmente si es necesario portear más cuerda para un nuevo ataque.
Simultaneamente a estas labores se prospecta en el sector, relocalizando cavidades ya exploradas hace tiempo y alguna grieta que habrá que mirar con cuerda para ver si tiene algo.
El prematuro final de la exploración nos deja algo de tiempo que aprovechamos para dar un rodeo en el camino de vuelta y pasar por el antiguo campamento de Atxarre, lo que nos trae un montón de recuerdos que amablemente compartimos con quienes no vivieron aquella aventura. Llegamos con las últimas luces hasta el “todo terreno”, que nos espera en las Campas de Arraba. 

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