Continuamos con la sequía, de nuevo no perdemos la ocasión de avanzar en la G-344. Hoy hemos alcanzado, por fin, a mal visualizar la ampliación que se corresponde con el eco que escuchábamos. Problemas con la herramienta nos obligan a salir de la cavidad antes de lo previsto y dejándonos con las ganas.
Como tenemos todavía algo de tiempo decidimos hacer dos
grupos: uno revisará la cueva de Urratxa; el otro revisará el sumidero
de Zastegui.
En la cueva de Urratxa, explorada y
topografiada en el año 1988, obtenemos cierto éxito, tras superar en una
de sus galerías lo que parecen ser tres bóvedas sifonantes. No tenemos
claro exactamente cuanto de nuevo hemos avanzado, desde 100 a quizá 300
m. Hay que revisar la topografía. Si la sequia continúa deberíamos
dedicarle atención rápidamente antes que se vuelva a inundar. La punta
ha quedado bajo una escalada de 10 m y arriba parece haber galería. El
aire circula claramente por la chimenea. En principio no hay mucho
terreno a recorrer hasta lo que suponemos el sumidero que posiblemente
genere ésta galería, pero nunca se sabe.....
En la G-11,
otra vieja incógnita, penetramos unos 10 m hasta alcanzar una gatera a
la que dedicamos media hora de desescombro, detrás se aprecia una
pequeña continuación. Habrá que volver con más tiempo y energía. La
corriente de aire que sopla a buen seguro nos animará, con permiso de la
meteo, dado que se trata de un sumidero habitualmente bien alimentado.
Nos retiramos satisfechos, nuevas y viejas incógnitas, espolean nuestra imaginación, y alimentan nuestra motivación.
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