Sábado con buen tiempo que aprovechamos para continuar con la
re-exploración de la lejana sima de Arrambaltz. Quedó equipada en el mes
de febrero y no hemos podido volver hasta ahora.
La idea es entrar
un equipo al fondo, realizando de nuevo la escalada que lleva a la
galería más lejana. En el exterior queda un espeleólogo que
prospectará por el bosque de Basatxi unas tres horas y después se
situará en la zona de sima y oquedades que bien pudieran ser una de la
antiguas surgencias, actualmente colmatadas y muy por encima de la
actual surgencia. La idea es ver si nos escuchamos pues la topografía
indica que estamos muy cercanos.
Tras cumplir hora y media en
la zona exterior a la escucha, y sin haber percibido señal alguna, el
espeleólogo se desplaza a la boca de la sima y desciende los pozos para
ayudar en el desequipe de la sima.
Cuando conecta con el
equipo de punta, estos vuelven mojados casi hasta la cintura. Comentan
de dejar la sima equipada. Les ha costado bastante encontrar el camino
en la zona del río. La progresión es complicada, muchas veces por zonas
en altura y con varias rampas y destrepes resbaladizos y peligrosos.
También han construido un puente arrojando numerosas losas a la badina
profunda, La próxima vez habrá que mojarse mucho menos.
Han
llegado a la zona de la escalada ya fuera de hora, pero además la
intensa corriente de aire parece no subir hacia la escondida escalada
(que precisamente pensamos que cuando se hizo hace 30 años es por que la
corriente de aire hacia allí enfilaba).
En definitiva, sima
equipada y al menos un descenso más para ver bien de nuevo hacia
dónde va toda esa circulación de aire y ver cómo termina la sima.
Comenzamos
el descenso hacia Pagomakurre pasadas las 22 h, disfrutando de un
bonito y luminoso atardecer tardío, propio de las fechas, hasta las 23
h. La restante media hora desde Campa de Arraba hasta el aparcamiento lo
hacemos acompañados de un preciosa luna llena que nos ahorra sacar las
frontales.
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