Tenemos el cuarto de material muy
desabastecido por tener varios frentes de exploración abiertos. Decidimos volver sobre la RN-142 para cerrar -momentáneamente- uno de esos frentes (o quizá no......). Volvemos a remontar la escalada que nos llevó a la Gran Travesía, y más allá, para continuar la exploración del 18.01.2020.
Para empezar tuvimos que rehacer una parte de la instalación, que habíamos comenzado a desequipar cuando reparamos en que quedaba una última oportunidad, y nos arrepentimos justo antes de retirar la cuerda del largo volado de acceso.
Para empezar tuvimos que rehacer una parte de la instalación, que habíamos comenzado a desequipar cuando reparamos en que quedaba una última oportunidad, y nos arrepentimos justo antes de retirar la cuerda del largo volado de acceso.
Unas estalactitas con formas muy afectadas por la corriente de aire
nos
hacen presumir que puede haber un paleonivel en lo que aparentemente es
solo la parte superior del meandro que lleva hacia el fondo de la sima
–que discurre 40 m más abajo-. Un pasamanos para alejar la cabecera y un
desvío nos permite solucionar lo que a priori parecía que iba a ser
otra acrobática travesía. Abajo un ventilado pero estrecho meandro exige
tareas de desobstrucción para acceder a un pozo de 5 m que nos deja en
un meandro de 1,6x12 m pero no ha lugar a la alegría, el final nos
espera a tan solo dos revueltas; el aire viene de una chimenea cuya
parte superior es muy estrecha.
Remontando el pozo por donde llegamos a esta zona vemos tres ventanas que dan a la amplia zona que conforman los pozos de la red que lleva hasta -150 m; un nuevo pasamanos y un péndulo nos permite llegar a una pseudogalería entre bloques, aunque, lejos de ser un autentico paleonivel resulta ser una intrincada acumulación de bloques con repisas y desfondes entre los que cuesta abrirse paso y por la que finalmente, tras una nueva desobstrucción, renunciamos a seguir, dando por finalizada la zona.
Mientras, otro equipo continúa el descenso por la sima, con el doble objetivo de volver ver si desde abajo de divisa en alturas al equipo que se mueve por encima y ahorrar posibles esfuerzos baldíos. Después, continúa el descenso para desinstalar todo el material que habíamos empleado en semanas anterioree para continuar con la reinstalación de la sima.
Decidida la instalación de toda la zona más allá del la Gran Travesía, y ésta misma, nos juntamos con 6 sacas. Contentos por un lado por recuperar material, pero un tanto desanimados por haber cerrado una exploración en la que habíamos depositado ciertas esperanzas.
Remontando el pozo por donde llegamos a esta zona vemos tres ventanas que dan a la amplia zona que conforman los pozos de la red que lleva hasta -150 m; un nuevo pasamanos y un péndulo nos permite llegar a una pseudogalería entre bloques, aunque, lejos de ser un autentico paleonivel resulta ser una intrincada acumulación de bloques con repisas y desfondes entre los que cuesta abrirse paso y por la que finalmente, tras una nueva desobstrucción, renunciamos a seguir, dando por finalizada la zona.
Mientras, otro equipo continúa el descenso por la sima, con el doble objetivo de volver ver si desde abajo de divisa en alturas al equipo que se mueve por encima y ahorrar posibles esfuerzos baldíos. Después, continúa el descenso para desinstalar todo el material que habíamos empleado en semanas anterioree para continuar con la reinstalación de la sima.
Decidida la instalación de toda la zona más allá del la Gran Travesía, y ésta misma, nos juntamos con 6 sacas. Contentos por un lado por recuperar material, pero un tanto desanimados por haber cerrado una exploración en la que habíamos depositado ciertas esperanzas.
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