La meteo anuncia tiempo seco así que aprovechamos para encaminarnos
hacia Itxina. El objetivo de ésta jornada compagina la formación de un
nuevo neófito que quiere saber de qué va ésto de la espeleología (se
llama David) y la reexploración de
una sima modesta, la ITX-106, explorada en 1.996. Según el parte de
salida tiene aire, se ha realizado una escalada y queda por hacer otra.
Tras hora y media de aproximación, localizamos un buen árbol en las
inmediaciones de la ITX-106 y tras instalar un par de vías aéreas
comenzamos con la formación de David.
Una pequeña prospección y localizamos unos 300 m por encima de
donde se ubica el árbol, en una pequeña cavidad en rampa, un agujero
entre bloques en el que sondeamos al menos 6 m. nos lo anotamos para
volver en otra ocasión más pertrechados de material.
Mientras David continúa "colgado" del árbol, comenzamos la nueva
instalación de la sima. Coincide que de los que estamos hoy ninguno
coincidió en la exploración del 96 por lo que la cavidad es nueva para
nosotros.
Una vez en el fondo revisamos todos los recovecos, pero la
continuación no es clara salvo un estrecho y bajo meandro incipiente por
el que llega corriente de aire. Ser ven también tres escaladas, una de
ellas se observa un anillo de cuerda que se usó para
retirarse de la escalada así que queda claro que esa escalada queda
descartada.
Tras comer y desinstalar las vías en el árbol, ponemos rumbo a la sima y al bautizo espeleológico de David.
En el fondo se realiza un péndulo a por la primera trepada vista.
no da continuación alguna. Remontamos el P-10 y decidimos hacer una
larga travesía por encima de él. El meandro en altura parece tener
continuación y una curva no permite ver si hay tal
continuación. Instalada la travesía descendemos un pequeño pozo al que
sigue una corta trepada de 8 metros. Arriba nos espera una corta y
estrecha diaclasa por la que marcha el aire. No estamos muy lejos de la
calle así que nos anotamos la incógnita, pero
antes queremos quemar algunas hojas en el lugar y ver si el humo aflora
por alguna grieta exterior del calizal.
Desequipamos la sima para mejor ocasión. En el exterior ya nos
espera la noche pero afortunadamente no hay niebla y nos defendemos en
la inclinada ladera rocosa para localizar el camino que nos lleve a la
seguridad de la Campa de Arraba.
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