Última exploración del año 2017. Nos vamos para
Brenavieja de nuevo, a continuar con el desescombro. En ésta ocasión no
nos incomoda la lluvia y la temperatura es moderadamente alta para la
fecha. No nos vamos a quejar, disfrutamos de los ratos de sol mientras
comemos antes de entrar.
La tarea que tenemos por delante es de las que no
atrae multitudes, pero sabemos que tenemos que insistir si queremos
ganarnos una opción digna de vencer el obstáculo.
Alargamos la jornada de trabajo, parece que
también queremos hacer hambre para Noche Vieja. Los resultados del
avance se perciben, pero continuamos estrellados contra la barrera, solo
que un par de metros por delante, quizá algo más.
Nos retiramos sin contemplar por el momento la
derrota, aunque la cavidad no nos da un atisbo de esperanza y encima,
como la temperatura en el exterior no es fría, la circulación de aire es
bastante tibia (aunque nítida) y fluctuante, lo que siempre resta algún
ánimo.
Veremos si el 2018 nos premia el esfuerzo, pero que no tarde mucho, si piensa hacerlo………..
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