Mañana toca asistir a la
Asamblea General de la Unión de Espeleólogos Vascos, que se celebrará en
Oñati, así que dedicar una horas a la sima de Brenavieja se acomoda a
nuestro plan de no salir demasiado tarde, que mañana toca madrugar.
Estamos más gente de la que
puede ser eficaz para trabajar en la escombrera, así que se forma un
equipo de prospección, que entrará a la sima al atardecer (si la lluvia
lo permite).
Prospectamos en una zona que
hacía más de 30 años que no pisábamos, Canal de Brenavieja, Hoyo de la
Fuentes, Manzanos de Mingón. La maleza y el arbusto ha crecido mucho en
todos estos años y se hace más complicado prospectar, además nos
llovizna un par de veces dejando todo húmedo. Poca cavidad re-localizada
(hay pocas catalogadas donde hoy nos movemos). Sima nueva localizada y
sondeada en unos 10 –poco atractiva-. Se localizaría no lejos de la
RN-185 que no encontramos.
En el Hoyo de las Fuentes el
fondo de la gran depresión está ocupado por un pequeño lago formado por
el agua que se sumerge muy lentamente en un terreno colmatado por
arcillas de decalcificación. Pocas o ninguna esperanza de localizar algo
interesante en ésta importante depresión.
La vuelta hacia la sima de
Brenavieja se hace interminable, incómoda y peligrosa a través del
atormentado lapiaz, mojado y con mucha vegetación que oculta numerosas
trampas. Hay que andar con prudencia.
En la sima, pues más de la
misma ración que nos venimos comiendo en las últimas semanas pero, ésta
vez, hay un atisbo de esperanza. Para nada está claro el avance y
superación de la dificultad, pero se adivina que pudiera haber una
pequeña ampliación. Por el momento, una nueva inyección de motivación
para volver a la carga.
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