Se está muy a gusto en la calle, pero vencemos
rápidamente la pereza, la exploración que nos espera nos tiene en ascuas
¿Conectaremos hoy con la sima Carcabas?.
Después de 3 horas de descenso y avance alcanzamos la G. de los Pozos.
Bajamos con más cuerda y más anclajes, que ya vimos la semana pasada,
que aquí sin cuerda no vas a ningún lado. Lo primero que hacemos es
modificar la instalación de la cabecera del primer pozo, nos facilitará
el acceso a la vertical y de paso a la travesía para alcanzar la
continuación de la galería que se ve enfrente.
Un equipo desciende el pozo y va a continuar
instalando el pasamanos sobre el P-25 regado. El otro realiza la
travesía en alto y explora la continuación. En la zona alta se presentan
dos opciones de avance, nos tiramos a por la más cómoda. Se trata de
una rampa descendente de dimensiones modestas y que a los 30 m se vuelve
más inclinada, abriéndose a pozo. Más abajo oímos en la lejanía
trabajar al taladro en el pasamanos, parece que por aquí no habrá mucho
más tomate que conectar con la zona inferior. Volvemos a por la otra
opción de avance, efectivamente la mala pinta que tenía se confirma,
pero hay aire aspirando así que cuerpo a tierra y a desobstruir. Tras un
rato de insistir conseguimos superar el laminador y la galería se
vuelve más humana. Avanzamos por un pequeño conducto unos 50 m hasta
alcanzar una fractura más amplia, pero cuando mejor se ponía, nos frena
una escalada de unos 4 m por la que marcha el aire. Arriba nos espera un
tubo de reducidas dimensiones en el que ponemos las esperanzas.
Decidimos volver a juntarnos con el equipo del pasamanos.
El equipo del pasamanos, ha superado en altura
el pozo y ha continuado topografiando. A los pocos metros se abre otro
pozo de unos 25 m. pero se puede superar sin instalar cuerda. Antes de
continuar topografiando se deja instalada su cabecera. Por el pozo sube
el aire y abajo se escucha el murmullo del agua, pero preferimos apostar
por mantenernos en altura. Un pozo más adelante se nos interpone una
barrera de amenazantes bloques. Por encima se ve galería amplia y eso
nos envalentona para trepar, no sin tirar unos grandes bloques que
quitan el hipo, pero prueba superada.
Nos juntamos los dos equipos y continuamos
topografiando. La galería por encima de los bloques avanza en dos
sentidos, hacia el sur hay que equipar un amplio pozo, hacia el norte no
es necesario cuerda, lo que nos hace fácil decidirnos. El avance hacia
el norte no es la dirección adecuada para ir hacia Cárcabas, pero le
damos al dixto con la esperanza de que el rumbo cambie. El rumbo no
cambia y 200 m más allá, avanzando en galería claramente descendente,
llegamos a un sector totalmente colmatado por sedimentos.
Con el disguto encima, nos
volvemos hacia el pozo en el que suena el cauce de un activo, probaremos
suerte en su fondo. Bonito salto, pero abajo nos espera un estrecho
meandro que rápidamente no nos deja avanzar aguas arriba ni abajo.
Desequipamos y optamos por volver a superar la trapada de la barrra de
bloques y probar suerte en el pozo que allí dejamos también pendiente.
Nueva decepción, la base de este amplio pozo no nos da alegrías, pero a
medio altura accedemos mediante un péndulo a una repisa remontante y
exploramos unos pocos metros de galería, que hoy no topografiaremos. Nos
para una escalada. Volvemos a la cabecera del pozo y decidimos equipar
un nuevo acceso para descender la próxima vez más cómodamente a la
repisa ascendente y ahí damos por terminada la jornada, que el regreso a
superficie es largo. Antes hacemos un rápide conteo de metros
topografiados y nos da 350 m. con lo topografiado la semana anterior y
visto hoy- pero no topografiado-, podemos decir que al menos tenemos un
kilómetro de desarrollo en éste nuevo sector, eso sí, si no cambian las
tornas, la hipotética conexión con Cárcabas pierde puntos, aunque
todavia no pensamos en rendirnos.
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