El plan de este sábado está marcado por la infección de una muela que lleva amargando a Iñaki por varios días; ya se quedó la semana pasada en casa sin hacer espeleo así que este fin de semana no era cosa de perdonar, aunque tampoco quería meterse en complicaciones.
Decidimos ir a revisar la cueva de Elorrea, pero no para explorar, si no, para reconocer el camino hacia los cauces de los riachuelos que queremos trazar en el marco del proyecto de la UEV, URA-2012. Son muchos los años que no hemos entrado en esta laberíntica cavidad y el día del trazado no queremos dudar
Estando en la boca llega Oscar con Aitor y Andrea, pero no trae equipo de espeleo e Iñaki no puede pasarle la pelota de entrar, pues la muela se ha puesto a molestar de nuevo. Oscar marcha y nosotros entramos en la cueva para 2 ó 3 horas. Nos las prometíamos felices, pero venimos sin topo y la cueva no se quiere dejar domar. Descendemos un par de pozos buscando el cauce del riachuelo que, según la topografía, casi tenemos seguro que se dirige al nacimiento del río Baias. Ambos pozos conducen al mismo cauce, pero va seco y eso que no estamos en aguas bajas, empezamos a temernos que no vamos a poder trazar este cauce.
Nos dirigimos a la búsqueda del río que más nos interesa. Está al fondo de la cueva. Nos cuesta un poco alcanzar la sala del pozo que da a la calle. Avanzamos por la cómoda galería hasta que comienzan los arrastraderos. La muela sigue molestando, no tenemos la topo, el desanimo cunde............ nos retiramos.Llegamos a la calle y nos recibe una intensa niebla. Recién nos cambiamos oímos tronar y comienza a llover. Nos refugiamos en la cueva y cae una buena granizada. Nos alegramos de estar allí acurrucados aunque los truenos también nos dan un poco de respeto por el lugar en donde nos guarecemos.
Pasada la granizada, clarea un poco y como es pronto bajamos a Pagomakurre retozando y sacando fotos. Una vez en Pagomakurre vemos el vehículo de Oscar y no comprendemos que hace allí hasta que nos entra un sms de Sos-Deiak. Un perro ha caído en una sima de 8 m. y piden ayuda. Llamamos a Oscar (afortunadamente hay cobertura porque la sima en las campas por debajo de Atxular) y nos pone al día. El rescate se presentaba fácil, pero la granizada les ha hecho retirarse y cuando han vuelto, un bloque de unos 150 k. ha caído sobre el pozo y ha quedado empotrado a -2. Han intentado izarlo rodeándolo con un cintajo, pero ha basculado. La solución el fácil, subimos con el taladro y unos anclajes para sujetarlo y elevarlo. En el camino nos encontramos con Oscar (que se retira porque un coche ha bajado a Aitor y Andrea a Areatza hace ya varias horas) y a Iñigo (espeleo de Eibar). Pensamos que ha venido al rescate, pero nos comenta que precisamente él estaba de paseo con la gente de Burgos a la que el perro se les ha caído. Llegamos a la sima y allí nos encontramos con Ibai (que sí ha venido como "rescatador") y unas 10 personas (los que estaban paseando más familia que ha venido desde Burgos al enterarse).
Metidos los tornillos al bloque y con todos los que estamos y una protraxión de retención, izamos el bloque sin mayores problemas. Aviso a Sos-Deiak que envié un mensaje al colectivo dando por terminado el incidente, dado que al no localizarme en una primera llamada, el protocolo de alarma envía un sms a un montón de gente.
Está comenzando a oscurecer y el agujero es estrecho (donde quedó empotrado el bloque). Descendemos a Ibai, que afortunadamente supera el paso sin contratiempos. En la base le recibe Sheep, imaginamos que aliviado aunque un poco asustado. Se le mete en una saca y con un cordino lo izamos a pelo, para que Ibai suba tranquilo sin la saca. Sheep pasa a los brazos y caricias de sus agradecidos amos. Todavía queda por salir Ibai, pero lo hace sin problemas. Avisamos a Sos-Deiak del feliz desenlace.
Nos preocupa un poco este pozo recién abierto (que habremos de catalogar) en medio de la campa y a unos pocos metros del transitado camino a Atxular. Ponemos unos troncos sobre la boca, pero tal vez no sea suficiente. Si alguien baja despistado y resbala sobre la pendiente, podría "encestar" en la similla.
Damos por finalizada la jornada tomando unas cervezas y picoteando algo en Areatza, en animada charla con la familia que nos quería agradecer el rescate.
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| ¿quien estara más contento, Sheep o Ibai? |
Muy emotivo el rescate y el desenlace.
ResponderEliminarHola, soy Andrea, la dueña de Sheep, y sí, estoy muy agradecida. Fueron momentos de mucha preocupación, 9 horas desde que el perro cayó hasta que finalizó el rescate, pero gracias a vosotros todo acabó bien. ¡Es increíble que haya cabido alguien por ahí!
ResponderEliminarGracias de nuevo a todos: Ibai, Iñigo, Igone, David, Iñaki, Oscar,y a todos los amigos y familia que estuvísteis con nsotros hasta el final. Pocas veces habrán estado esas campas tan animadas a esas horas. Espero que volvamos a vernos ponto, pero en otras circunstancias... Un abrazo
Hola, soy Cholo, el padre de Pablo, dueño junto a Andrea del famoso Sheep, y yo únicamente quiero agradeceros igual que Andrea a todos los que participasteis de distinta forma en el evento, ya que de no haber sido por vosotros difícilmente se hubiera podido resolver el problema. Nosotros como cuenta David en su relato fuimos desde Burgos al enterarnos de lo que había ocurrido, y cuando llegamos y vimos la situación enseguida nos dimos cuenta que poco o mejor dicho nada podíamos hacer, y que aquello era para personas expertas y cualificadas como vosotros.
ResponderEliminarAdemás aunque parezca mentira en esta sociedad nuestra actual tan materialista todavía quedan personas dispuestas a ayudar aun arriesgando su vida aunque se trate de un simple animal.
Por todo ello y para finalizar este rollo vuelvo a deciros que MUCHAS GRACIAS y que os animo a seguir con vuestra afición ya que aparte de veros muy felices con lo que hacéis la labor social es fenomenal, y finalmente quiero deciros que desde ahora tenéis unos amigos en Burgos para lo que necesitéis. Un abrazo. Cholo y familia
Hola Cholo y Andrea, deciros que para nosotros fue un placer poder ayudaros a recuperar a Sheep y realmente respiramos alibiados cuando pudo pasar Ibai por la estrechez; si no llega a pasar, el rescate se hubiera tenido que posponer hasta el dia siguiente y tendriamos que haber ampliado el pozo con pistones u otros recursos que nos permitiesen romper la roca, tardariamos en sacarlo, pero lo sacariamos. Por suerte para todos no fue así y esperamos que Sheep se recupere cuanto antes del susto.
ResponderEliminarUn abrazo