Una vez en el local de espeleo y conversando acerca de las bajas temperaturas que hoy se pronosticaban para el Gorbeia, cambiamos de plan y decidimos poner rumbo a Rasines.
Tenemos dos viejas incógnitas a revisar en las cavidades RN-261 y RN-241.
Después de un buen rato de charlar y felicitar el Año Nuevo a varios vecinos en el bar de Delfi, nos vamos para la RN-261.
Antes aprovechamos para comer al amparo del sol. En ésta cavidad nos
queda por buscar a fondo de dónde proviene el aire que exhala su boca
(hoy, por ser invierno, le toca aspirar). Tras una sistemática revisión,
y alguna que otra toma de foto, localizamos un punto que parece ser lo
que hemos venido a buscar. Trabajamos durante una hora en el
desescombre, pero hará falta volver con herramienta adecuada para
continuar. Por delante quedan abrir unos 2 metros después de los cuales
no sabemos si se podrá avanzar por un laminador de dudoso aspecto, pero
habrá que intentarlo.
Salimos de la cavidad y el sol aún
continúa caldeando un poquito el ambiente, lo que se agradece. Vamos a
por la RN-241, pero nos encontramos con la boca tapada. El aire aspita
claramente, pero, tras quitar algunas grandes piedras, paramos el
desescombro. Hace falta ampliar en serio y quizá tener luego algún
elemento para volver a bloquear su estrecha entrada una vez revisada.
Nos
queda todavía al menos 1 hora de luz, así que aprovechamos para
prospectar por los alrededores, a pesar de que la zona está muy revisada
y, como era de esperar, no localizamos nada nuevo de interés.
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