Continuamos con la exploración del sábado pasado en la cueva de Elorrea en donde dejamos pendiente una escalada y revisar la gatera final.
La
meteo se porta bien y la lluvia no hace acto de presencia, aunque la
temperatura es baja, recordándonos que todavía estamos en invierno.
Ésta
vez vamos más directos a la exploración del fondo y las dificultades
están equipadas. Sin embargo tenemos que dedicar algo de tiempo a
calibrar el Dixto.
Una vez en la punta, abordamos lo primero la escalada por ser la incógnita más atractiva y limpia. Una vez arriba podemos comprobar que había huellas, o sea, sí habíamos subido. Dedicamos un rato a intentar perseguir la corriente de aire, pero no es evidente y nos retiramos desequipando la escalada. También intentamos una corta travesía sobre el pozo final para ver mejor una gatera en alto, que comprobamos no continúa.
Nos dirigimos a la gatera
final a regañadientes, por el barro y humedad que sabemos vamos a
chupar. Recorremos todos los vericuetos de la larga gatera, sin
encontrar el paso estrecho final que recordábamos. De todas maneras
podemos comprobar que cualquier intento de desobstrucción en el lugar
queda descartado.
Desequipamos toda la cavidad decepcionados
por no haber tenido opción de desvelar el misterio que continúa
guardando la dirección que toma el drenaje del cauce en éste sector,
pero con cierto alivio de no tener que volver a sus barrizales.
Salimos al exterior con las últimas luces del día.... que hay que regresar rápido a Bilbao
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