Éste sábado no toca ir a la
sima, El Dpto. de Patrimonio Cultural de la Diputación de Bizkaia, en
el marco de las actividades programadas con ocasión del centenario del
descubrimiento de la célebre cavidad de Santimamiñe, organiza las II
Jornadas de Espeleología y Patrimonio Cultural, en colaboración con la
Unión de Espeleólogos Vascos.
Nos
juntamos en Bilbao, en la sala Ondare de los locales de Diputación en
Mª Diaz de Haro. Estamos bastantes menos que las Jornadas del año
pasado, pero aún así somos una nutrida representación espeleológica de
los 4 Territorios de Hegoalde.
Por
la mañana, tras la presentación de las Jornadas de la mano de Mikel
Unzueta (Director del Dpto. de Patrimonio de la Diputación de Bizkaia)
disfrutamos de tres magníficas charlas, dos a cargo de arqueólogos muy
conocidos en el ámbito espeleológico: Tana y Diego, y la tercera
presentada por Gotzon, espeleólogo del ADES de Gernika.
Tres
charlas destinadas a reforzar nuestros conocimientos sobre el arte
parietal y algunas claves para su localización, sobre los nuevos
descubrimientos realizados en los últimos años, y sobre el estado
actual de las campañas de estudio en el País Vasco.
Si
en las primeras Jornadas se nos apuntó claro la importancia de la labor
de los espeleólogos en la localización de arte parietal , en éstas
segundas, y tras los éxitos conseguidos en tan solo un año, ha quedado
demostrada sin lugar a duda la idoneidad de la celebración de éstas
Jornadas y la labor de impulsar la colaboración entre arqueólogos y
espeleólogos en el campo del arte parietal también (en el arqueológico y
sobre todo en el paleontológico estamos bastante más compenetrados).
Tras
comer todos juntos, nos fuimos hasta Berriatua, para poner la guinda al
pastel. La visita a la cueva de Atxurra, para ver in situ el último
hallazgo realizado en Bizkaia sobre arte paleolítico, precisamente de la
mano de arqueólogos y espeleólogos trabajando juntos.
La
verdad es que varios de los grabados que nos llevaron a observar,
apenas se distinguía nada, realmente había que echarle algo de
imaginación mientras los descubridores nos trazaban las figuras en el
aire, junto a la pared. Realmente hay que ir a buscarlos con mucha
paciencia, aunque a veces, son los grabados y pinturas quienes nos
encuentran nosotros y se muestran claramente con todo su esplendor.
Volvimos
todos para casa muy motivados, aunque los que trabajamos en karst de
montaña, tenemos la tarea por casi imposible ¡¡se supone!!
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