La lluvia de la víspera nos hizo renunciar a la idea previa
de aprovechar la larga sequia otoñal en la sima ITX-57, así que nos fuimos a
Itxingote, en donde nos dedicamos a ampliar los selectivos pasos que
complicaban el movimiento de bultos y personal. Después de la tarea hicimos un
reconocimiento de la zona baja, comprobando que las buenas sensaciones que
había dejado estaban justificadas.
Tras un recorrido que fue poco más allá de lo ya conocido y
viendo que el meandro continúa con buenas maneras dejamos el reconocimiento
para mantener viva la emoción de la exploración en futuras incursiones. La
continuación principal (río abajo) queda en forma de un desarrollado meandro al
que le llegan varios afluentes, que van conformando un pequeño colector.
Estimamos que lo visto supera ya los 500 m.
El descenso hasta el coche por la pendiente pista
hormigonada se nos hizo largo, nuestras rodillas echaron de menos un "todo
terreno".
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