El martes hizo una tarde estupenda para irse al monte, así que Esther e Iñaki, aprovechamos para ir a Gujuli, a hacer un poco de Jumar. Nos iba a acompañar Maiteder, pero se "doblo" el tobillo y se quedó practicando con las muletas.
Sabíamos que la cuerda de 89 m iba un poco justa, pero
después de montar toda la parte superior con otra cuerda nos encontramos con
que aun no tocaba el suelo y teníamos que usar un lazo para no perderla.
Ya en la primera subida vimos las raíces del árbol del que
nos colgábamos un poco al aire ¡maldita memoria!, era cosa de callarse, tampoco
era cosa de transmitir un nerviosismo innecesario. Tras el segundo descenso,
mientras inmortalizábamos tan memorable momento cayeron algunas piedras que nos
hicieron comprender que esa iba a ser nuestra ultima subida. La cosa es que ya
la ultima vez que habíamos estado en el sitio vimos que tenia su peligro, con
algunas piedras caídas por el viento, pero estas eran más gordas y sin viento.
¡Se acabo para nosotros el disfrutar de una actividad como
esta en un paraje tan maravilloso!.
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