El plan es continuar en la galería de -130 hacia el oeste,
en dirección a la depresión de Valseca, tratando de aproximarnos a la
superficie topográfica. La idea es ir definiendo el flanco S de la Sala Gorda y
seguir así con lo que venga, pero pronto acabamos rodeando su extremo y
llegando hasta lo que fue el inicio de la topografía en el flanco N; la sala no
tiene continuación, apenas hemos dibujado los limites de lo que ya adivinábamos
entre las sombras. Nuestros intentos de localizar alguna corriente de aire
quemando incienso no dan resultado.
Quedan por mirar algunos desfondes en su extremo occidental,
pero parece que no son más que los intersticios de los megabloques que ocupan
la zona. Hará falta emplear cuerdas para que no queden dudas.
Continuamos revisando el borde N de la sala, donde algunos
puntos en sus márgenes habían quedado sin dibujar y sin mirar bien, cosa que
hacemos hasta el comienzo de la Galería del Olentzero. Al final resulta una
ardua labor topográfica que se limita a representar lo que ya conocíamos de
pasada, con una suma poco considerable al recorrido de la cavidad.
Aprovechamos el recorrido para tomar algunas fotografías y
mediciones de temperaturas, cosa esta que hacemos intrigados por la temperatura
que notamos en la Galería del Olentzero, sensiblemente más elevada que en el
resto de las galerías de la cavidad.
La mayor proximidad de la zona de trabajo hace que para las
12 de la noche estemos ya en la calle, lo que resulta una novedad comparando
con las largas entradas de las ultimas semanas.
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