Descendemos con mucha ilusión a proseguir la exploración de
-250 m.p. , con el descenso del pozo que no pudimos superar la semana
pasada por falta de cuerda.
Superada la escalada y los severos pasos estrechos que le
siguen, instalamos dos tornillos y aterrizamos 10 m más abajo en la
ansiada galería. Es de tamaño modesto, pero bastante caótica, rápidamente nos
desperdigamos cada uno en una dirección. Al cabo de un buen rato nos
volvemos a juntar, todos hemos visto algo así que posibilidades de
continuación las hay.
Optamos por empezar con la que Iñaki ha seguido. Se trata
de una modesta galería por la que el aire aspira, lo que se
supone continuar en el sentido de avance. Emocionados nos arrastramos, y
trepamos varios resaltes; afortunadamente todo es muy fósil y los pasos
son bastantes seguros. Cuando llevamos avanzados unos 200 m. llegamos a un
punto que el conducto se vuelve más vertical todavía (¿estaremos remontando
una sima?) y habría que instalar un pasamos ascendente. Decidimos comenzar
la topo de salida para situar el punto. Esther, Iñaki y Joxe quedan
topografiando, y David toma la cuerda y el taladro para buscar otras
posibilidades.
David vuelve a la base del pozo y se dirige a la zona
que había explorado. Un delicado paso ascendente entre bloques y accede a
una cómoda galería que presenta avance en las dos direcciones. Avanza
primero en el sentido del aire aspirante, pero pronto alcanza un amplio pozo que
tendrá unos 20 m. de desnivel; se ve una pequeña cascada al fondo. En altura el
volumen es considerable y al fondo, en altura y a unos 20 m. podría abrirse una
galería...... la travesía se ve complicada.
Vuelve hacia atrás, hacia donde el aire entra. Quizá pueda
encontrar un paso opcional a la escalada y las estrecheces que nos han
traído a este nuevo sector. Equipa un pozo de unos 15 m y abajo localiza
una diaclasa cómoda de avance, desgraciadamente a los 20 m se topa con un
derrumbe. Una lateral ventilada podría ser la continuación buena, pero se trata
de una chimenea. Para perseguir el aire habría que escalar. Remonta el pozo
y observa las trazas de una galería en el techo, pero hay que escalar unos 7 m y
posiblemente la galería esté desfondada. Por aquí no vamos a conectar con
facilidad a las galerías conocidas.
Vuelve a la base del pozo y va a explorar el laminador
que exploró Esther y dejó ante un pequeño pozo en cuyo fondo
corre un pequeño regato. Pero antes de entrar en el laminador repara en un
estrecho y bajo meandro. La dirección y morfología le hace relacionarlo con el
laminador que hay antes de la escalada por lo que entra a revisarlo por si hay
posibilidad de encontrar un paso alternativo. Tras 8 m de incómodo avance
alcanza un punto en el que reconoce haber estado del lado contrario.
El paso es muy bajo, unos 15 cm. , pero tan sólo 2 m nos separan de
conseguir forzarlo. El suelo del laminador tiene un punto débil
y David se consagra a la tarea de abrir paso mientras el equipo
de topo continúa con su labor. Cuando alcanzan la base del pozo, el paso
está superado. Es un paso muy bajo, pero mucho mejor que remontar la
escalada, superar las estreches y bajar el pozo. Por aquí ahorraremos cuerda y
media hora de paso.
Una vez todos juntos debatimos si continuar la topo por algún
otro punto; finalmente decidimos cerrar la topo con la galería conocida y
retirarnos. Antes no nos resistimos a mirar un poco más y localizamos dos
puntos. El primero, descendiendo entre bloques nos lleva a un pozo de unos
8 o 10 m, el aire aspira, podría ser una continuación interesante. El otro
punto es una trepada que nos lleva a una cornisa de pozo. Muy
posiblemente el el mismo amplio pozo con cascada que vio David; por aquí, la
travesía a la hipotética galería alta está mucho más cercana, aunque habría que
escalar unos 15 m.
Finalizamos la exploración a regañadientes y nos
concentramos en terminar la topo hasta la galería conocida.
Remontamos satisfechos y ya pensando en el descenso de la próxima semana y
las incógnitas abandonadas.
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