El domingo lo dedicamos a hacer unos ensayos en la cantera
de Orozketa, una actividad mucho más descansada que la de la víspera.
La cantera se localiza a una cota en la que la nieve apenas
era problema, aunque tuvimos que hacer a pie el tramo final de la aproximación.
En la cantera coincidimos con los colegas del Gema, que estaban allí de
cursillo de iniciación.
Los ensayos fueron de tipo destructivo ¡a quien no le gusta
romper cosas de vez en cuando!, centrándonos en la combinación de Spitinox con anillas
Raumer, cordinos de Dynema y de un anclaje roscapiedra experimental, parido por
la creativa mente de Pedro.
Todo fue más o menos sobre lo previsto, salvo la resistencia
de los lazos de dynema, que nos sorprendieron por lo baja y que originaron un
final prematuro de los ensayos, ya que lo que nos proponíamos era ver lo
destructivos que resultaban al actuar sobre otros elementos, sin prever una
resistencia tan escasa que acabó antes de tiempo con nuestras existencias; al
final resulta que el dynema no es tan inmune al paso del tiempo como nos creíamos.
No habíamos previsto romper muchos lazos de estos, pero se ve que habrá que
seguir rompiendo más (y más nuevos).
Un día soleado y unas vistas estupendas de los nevados
montes del duranguesado, nos permitienron disfrutar de la ocasión, con una
temperatura mucho más agradable de lo previsto.
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