Estamos
tres espeleos, Aitor, Rubén de Takomano y Esther, así que nos dirigimos
a la Torca de Corveras (R-31) a terminar de mirar el meandro al que
llevaba la escalada que hicieron Aitor y Esther el fin de semana
anterior, donde se localizaron varios pozos grandes. Llevamos
todoterreno y eso nos facilita la aproximación.
Como
ha llovido bastante durante los días previos, intuimos que habrá
bastante agua y decidimos llevar los trajes secos, además sabemos que en
el meandro tendremos que pasar por debajo de una intensa cascada. ¡El
fin de semana anterior ya nos hizo salir de la sima txirriantes!
Una
vez allí descubrimos que los pozos del meandro que tanto aire tenían
conectan con lo conocido en diversos puntos, y que el aire era provocado
por la cascada. Aun así, dejamos pendiente una travesía a 40m de
altura, en la que se puede observar que el techo se encuentra excavado
por lo que sería el paelomeandro. Esta travesía nos hace soñar con una
posible conexión, ya que va en la dirección adecuada.
Al
no tener material suficiente optamos por dejarla para un futuro
próximo, y decidimos revisar la zona conocida, en concreto la grieta por
la que se sumía el agua. La última vez que lo revisamos también estaba
de crecida y no disponíamos de los trajes secos, y esta vez se puede
mirar con otro ojo.
Como
conclusión sacamos que en época de seca tendremos que volver con dos
equipos. Uno de ellos para hacer la pequeña desobstrucción a base de
martillo y cincel y el otro para equipar la travesía.
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