Última salida espeleológica antes de irnos para
la Campaña de Larra 2017 en la que estaremos inmersos en la primera
quincena de agosto.
De nuevo dirigimos nuestros pasos hacia Rasines y de nuevo vamos a re-explorar una vieja incógnita.
Entramos por la RN-80 a la Red del Silencio: Sara, Aitor, Jon y David. Nuestro objetivo es revisar el afluente Cambio de Hora,
explorado y topografiado a comienzos de la década de los 80. Recordamos
que hay aire y un laminador acuático quizá a forzar……..- Llevamos pala
para abrir un paso en barro, que ya tuvimos que abrir en su día para
explorar éste afluente, y que esperamos volver a encontrárnoslo cerrado,
sobre todo después de las inundaciones del 83.
Para nuestra sorpresa el paso no está colmatado y
nos recibe una significativa corriente de aire entrante. Después de
superar los pasos inundables, nos ponemos de pies y comenzamos a
recorrer una galería más cómoda de lo esperado. Han pasado muchos años y
de nuevo constatamos lo muy olvidado que tenemos los entresijos del
avance por éste importante afluente de la Red.
Llegamos hasta el fondo y descubrimos que el
laminador final está bien colmatado y no percibimos aire que llegue. La
verdad es que la foto que tenemos en la mente es un poco distinta de lo
que estamos viendo, pero el que no haya aire nos hace despreocuparnos de
si en su día pudimos haber avanzado algo más.
Revisamos una lateral paralela de pequeñas
dimensiones que a los 100 m termina en un sifón (o lo parece) . Como no
percibimos corriente de aire nos sentimos aliviados de no tener que
bañarnos.
Comenzamos la retirada con intención de realizar
una minuciosa revisión y unos metros más atrás del laminador final de
nuevo volvemos a sentir el aire. A la derecha llega un estrecho
afluente. ¿Será el responsable? No bien avanzamos unos 20 m y alcanzamos
una chimenea. Tiene aspecto de ser una posible llegada de sima, lo que
no hace muy atractiva su escalada, pero la anotamos como incógnita.
Vueltos al afluente principal continuamos de
retirada y de nuevo un estrecho afluente (esta vez a la izquierda)
vuelve a reclamar que nos restreguemos contra sus estrechas paredes. A
los pocos metros se pone más dificultoso el avance y hay que trepar (o
escalar) queda anotada la incógnita y continuamos nuestro camino de
retirada. Un centenar de meros más adelante un muevo afluente reclama
nuestra atención. A los pocos metros nos para un derrumbe, en su punto
más bajo un pequeño paso entre bloques (que no tenemos ganas ni tiempo
de revisar) queda también anotado, así como otra escalada –unos metros
antes también poco atractiva..
Volvemos al afluente central y unos metros más
abajo localizamos otro punto a escalar. Ninguna de las 4 incógnitas
vistas es muy motivadora, pero el aire que circula por el afluente sí,
por lo que sin duda la galería merecerá una exploración a fondo.
La perspectiva más interesante que traíamos hoy
era intentar continuar el avance del laminador final y llegar quien sabe
a dónde……. pero más bien parece que lo que tendremos es algún tipo de
remontada hacia la lejana superficie, es decir ¿Quizá una nueva boca a
la Red?.
Por supuesto lo intentaremos también desde la
superficie. Por el momento puras elucubraciones, pero de nuevo lo que
nos gusta a los espeleólogos, tenemos abiertas nuevas oportunidades de
exploración.
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