Dirigimos nuestros pasos
hacia Rasines, nuestro refugio de invierno. Nos cambiamos para entrar a
la RN-103 bajo un sol protector. Hoy descendemos a la G. de los Pasamanos
-270 m.p. para continuar con la escalada iniciada el 23 de abril del
2016 y a la que volvimos para continuar remontando el 29 de noviembre
del 2016. Vamos con la intención de desequipar si no localizamos algo de
interés.
Remontamos hasta la base de
la escalada del 29.11.16 y antes de continuar subiendo por ella, nos
colamos por una serie de diaclasas y trepadas -no exentas de cierta
peligro porque pasan sobre zonas desfondadas-. Alcanzamos el último
punto explorado también el 29.11 y tras equipar una pasamos sobre un
pozo damos sobre una corta galería en la que podemos comprobar que
estamos por encima del último punto alcanzado en la escalada artificial
del 29.11 por lo que mientras se equipa un pozo, uno de nosotros
desciende hasta la base de la escalada y remonta desequipandola para
después conectar con el resto del grupo remontando la cuerda instalada
hoy.
Ya todos juntos, comenzamos a
explorar ésta nueva zona superior en la que se abren varias incógnitas.
La exploración es complicada porque hacia donde nos dirijamos es
necesario instalar escalada, pasamanos o pozo.
Después de casi agotar las
baterías y haber explorado un tramito de galería que nos hizo creer
durante 1 minuto que había valido la pena el viaje ascendente, damos por
finalizadas todas las incógnitas. Hacia arriba varias escaladas cortas
nos llevan bajo bloques suspendidos amenazantes, o impenetrables. Hacia
abajo, los pozos descendidos conectan 30 m por debajo con el camino de
subida.
Ante éste panorama
topografiamos los 150 m que dan todos los recovecos en estas alturas y
comenzamos a retirarnos desequipando varias escaladas consecutivas.
Pasadas las 21 h ponemos pie en la acogedora G. de los Pasamanos.
Rehacemos los bultos e iniciamos el retorno a superficie, bien cargados,
y que nos llevará unas 3 horas.
Salimos un poco
decepcionados porque la escalada nos ha mantenido enfrascados tres
jornadas para darnos apenas 250 m de topo y la morfología y pequeños
tramos de galería que habíamos ido encontrando nos habían hecho albergar
esperanzas de que pudiéramos estar yendo hacia algo interesante. La
parte positiva, que hemos cerrado la incógnita, recuperado el material
inmovilizado y ya estamos pensando en nuevos objetivos en ésta zona
profunda de la cavidad.
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