Primer fin de semana tras
nuestra campaña de Larra. El periodo estival está siendo muy seco, por
lo que decidimos aprovechar para irnos a Rasines y retomar la
exploración realizada en enero del 2015 en la cueva de lo Nuevo.
Ya se nos había olvidado el
arrastradero al que nos teníamos que enfrentar. Tras arrastrarnos un
buen rato (todo el camino en realidad) alcanzamos los regatos
localizados hace ya más de un año.
Vamos a por el primero y más
evidente. El cauce está bastante seco, pero hay numerosos recovecos
encharcados y unido a que continuamos arrastrándonos, es difícil
mantenerse seco. Una charca de 3 m con paso bajo incluido termina por
dejarnos bien mojados, pero la emoción de la exploración parece que
rebaja el disgusto. Lo malo es que pocos metros más adelante un pozo de
entre 4 ó 5 m para nuestro avance. Habrá que descenderlo, pero no queda
claro si la continuación será al fondo o en una travesía a realizar en
alto. Sacamos los trastos de topografiar y ahí llega el bajón. Ahora sí
que se nota que estamos mojados y el aire circulante incrementa la
sensación de incomodidad. Tras algunas penalidades llegamos aliviados
hasta un punto de topo de enero del 2015 y paramos la topografía.
Hemos llegado por un
afluente así que remontamos el riachuelo (continuamos arrastrándonos
solo que la galería es un poco más ancha). Exploramos unos 100 y lo
dejamos ante un nuevo paso bajo que esperamos poder forzar como lo hemos
hecho en tramos anteriores. Está claro que la exploración de estos
activos necesita época de máximo estiaje.
Vamos a por el segundo
regato. Los cantos rodados acarician nuestras rodillas y codos
(continuamos arrastrándonos). El estrato de arenisca sobre el que corre
el riachuelo se vuelve demasiado bajo, afortunadamente el aire escapa
por un pequeño fósil. Unos metros más adelante vuelta a subir un poco
más y nos introducimos en un estrecho meandro muy fósil. Nos podemos
poner de pie, al menos en eso mejora. Después de superar algunos pasos
estrechos alcanzamos de nuevo el cauce del riachuelo. El activo pronto
nos vuelve a poner en avance a lo “marine”. Llegamos a un paso
angustioso en el que no podemos continuar y reculamos como podemos. El
aire no viene por aquí. Unos metros atrás de nuevo una subida de un par
de metros nos mete en el fósil. De pronto la galería se vuelve un poco
más humana, y va mejorando. A los 30 m un pozo de unos 4 m se interpone
en el avance. Estamos “calientes” y con delicadeza y atención podemos
superarlo en posición y continuar por el fósil, que está bien ventilado.
A los 50 m llegamos a un paso bajo a desobstruir y paramos la
exploración. Decidimos volver a la calle, que aun no estando más que a
unos pocos centenares de metros, nos va a exigir unas cuantas y largas
reptaciones.
De topo no habremos hecho
quizá ni 100 m, pero habremos explorado unos 300 nuevos metros, lo que
hace crecer la cavidad y junto con el aire nos motivará para volver a
éste “pequeño infierno” eso sí, con arneses y sacas, auguramos que
divertido no va a ser precisamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario