Solsticio de verano, pero nosotros erre que erre, queriendo 
escondernos bajo tierra. Nos vamos con mucha ilusión para el soplador que 
desescombramos hace un par de semanas. Apostamos por ir bien cargados de cuerda 
y material por si hay suerte. 
Instalamos un par de anclajes y ya podemos descender un poco y 
ver mejor el pozo, tal como habíamos intuido, dos metros por debajo es 
muy estrecho así que decidimos optar por el péndulo y darle a la maza. Tras un 
buen rato de maza, conseguimos adecentar un paso en altura y colarnos a una 
vertical limpia y sin problemas de estrechez. Aterrizamos 35 m. más abajo 
después de haber visto 2 ó 3 incógnitas en el descenso.
Abajo llega la decepción, tras superar un resalte de 2 m, por 
delante sólo se ve una grieta descendente impenetrable con un desnivel de unos 4 m. Hoy no hay mucho aire así que el sitio nos 
parece todavía más desalentador.
Toca subir cargados y haciendo la topo. 15 m por encima 
de la base, un péndulo nos lleva a una diaclasa que parece ampliarse y se ve un 
pozo. Nos las prometemos felices, claro, la continuación debe de estar 
 aquí en alto.......... Instalamos la nueva vertical, pero es un calcetín. 
Continuamos topografiando. Aún hacemos 3 péndulos más en el pozo, pero nada 
continúa.
Salimos con la moral baja y con pocas prisas por volver al 
lugar.

 
