martes, 11 de diciembre de 2018

06-12-2018 SIMA DE OBARRETA

Después de muchas deliberaciones optamos por ir a la sima de Obarreta; los benignos pronósticos meteorológicos y el hecho de contar esta vez con “todo terreno” nos inclinan por ese plan. Cada vez es más difícil encontrar en invierno un objetivo viable en Gorbeia y hay que aprovechar.
 




 









Hace años quedo pendiente una escalada en uno de los afluentes de la cavidad, y le ha llegado su hora, después de que durante mucho tiempo las labores en Itxina hayan tenido prioridad (a cuenta del libro pendiente).
En su día hicimos una primera escalada que nos llevó hasta otra que quedo sin hacer. Después de repetir la primera ascendemos remontando una inestable rampa de bloques hasta la base de la segunda, donde vemos una chimenea regada que nos quita todas las ganas de seguir escalando. La morfología de la cavidad nos hacía pensar en un paleonivel que nos permitiese avanzar hacia la Red de Austigarmin, pero nuestros recuerdos idealizaban la realidad y la zona resulta tener todo el aspecto de una sima que llega, lo que explicaría la corriente de aire. Los precarios bloques y cantos de arenisca indican un aporte de rellenos propio de una sima vertical, lo que le quita interés a la bonita –aunque regada- escalada que tenemos por delante; de modo que no sufriremos de ansiedad a la espera de tiempos más secos para poder retomar este objetivo.
Después de topografiar el tramo ascendente nos damos una vuelta por la cavidad, para entretenernos sacando alguna foto, avivar el recuerdo de la época de su exploración y para que disfrute de ella quien no la conoce. Todo ello no impide que salgamos con luz diurna, lo que no deja de resultarnos extraño, sobretodo dada la hora a la que anochece en esta época.




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