viernes, 29 de noviembre de 2019

27.11.2019 / Prospección bajo el Igalarrintza y en Otxobaso


Aprovechamos que la meteo anuncia tiempo seco éste miércoles para prospectar en el Gorbea. Primero, desde la campa de Arraba hacia el Igalarrintza.  La temperatura no es muy baja (unos 8 grados) pero el fuerte viento del oeste hace que la sensación térmica baje algunos grados y nios pongamos toda la ropa que llevamos. En la misma campa, no lejos de la txabola de Enrique, nos desviamos hacia una dolina que ya conocemos y podemos constatar cómo exhala una cálida corriente de aire. Habrá que hacer un tanteo de desescombro para ver si hay alguna posibilidad de paso.
Seguimos hacia el Igalarrintza y por debajo de la gran pedrera, no lejos de un solitario tejo, localizamos 4 pequeños agujeros separados unos de otros en unos 20 m. El de mayor perímetro también exhala una cálida corriente de aire. A sondeo el desnivel es muy escaso, habrá que ponerse el buzo y comenzar un desescombro. Las otras tres pequeñas aberturas (impenetrables), también soplan, pero el aire no es tan definido ni cálido como en el primero,
A medio día cambiamos totalmente de tercio y descendemos hasta Pagomakurre, tomamos el vehículo y nos desplazamos hasta el paraje de Otxobaso.
En éste paraje, y mientras se realizaban labores de excavación en un túmulo, en una corta prospección ocasional, detectamos un pequeño calizal inesperado y un par de pequeños saltos, estrechos meandros o incisiones en el karst.
Hoy volvemos con la intención de dedicarle más tiempo. Localizamos dos errekas que se sumen contra el calizal y sin perseguirlas, continuamos bordeando por el bosque de pinos unos centenares de metros. Nuestra intención es recorrer o tratar de evaluar el perímetro del calizal y si hay más sumideros. Tras un buen paseo descubrimos que el afloramiento en cuestión es de una área ínfima. 
Localizamos dos pequeños cauces que remontándolos podemos comprobar como emergen del calizal, y más arriba cómo se corresponden con los dos sumideros localizados al comienzo de la prospección. La reducida área junto con el escaso desnivel de éste afloramiento calizo ya nos habla del escaso interés espeleológico de los fenómenos localizados. Nos retiramos del monte antes de que lleguen las lluvias anunciadas.

miércoles, 27 de noviembre de 2019

23.11.2019 / RN-103 Escalada en G. Olentzero


 De nuevo la lluvia nos empuja a nuestro cuartel de invierno. Hoy descendemos a la RN-103, a la G. Olentzero, para continuar a por la siguiente escalada que nos encontramos avanzando hacia el interior.
La escalada se sitúa unos 200 m antes de llegar a la Falla. La habíamos localizado hace ya 4 largos años y realmente no nos acordábamos de cómo se debería plantear la escalada. A unos 20 ó 25 m del suelo se observa un porche, que bien pudiera ser solo eso por el lugar en el que se ubica. De ésto sí nos acordábamos, pero ahora que nos presentamos con la cuerda y hierros para escalar, y planteando el modo de abordar la escalada, nos encontramos con un baño de realidad. El problema no son los 25 m desnivel sino más bien que necesitaremos comenzar por superar un extraplomo de unos 30 m.
Nos ponemos a la tarea sin darle a la cabeza tiempo para pensarlo. Cuando llevamos unos pocos tornillos clavados, por cierto, gastando mucha energía por la incómoda posición, nos encontramos con otro problema. El techo presenta sonido de placa al martilleo y tenemos que comenzar a desviarnos del trazado más o menos directo que teníamos visualizado, es decir, el camino se va  alargar y no tenemos seguridad que en el largo recorrido nos volvamos a encontrar el mismo impedimento.
Paralelo al trabajo de escalada realizamos dos desescombros en zona lateral de la galería al darnos la impresión que circulaba algo de aire, pero tras un buen rato desistimos al no ver nada claro. 
Nos retiramos un poco bajos de ánimo por la dificultad no esperada y lo poco avanzado, que anuncia una previsión de tiempo a invertir que quizá no merezca la incógnita. En cualquier caso, la escalada deportiva que nos espera por delante también tiene cierto atractivo así que continuaremos.........


viernes, 22 de noviembre de 2019

Campaña Larra - otoño 2019 / Interclub Añelarra Oeste


En los últimos años estamos participando en la prolongación de la campaña estival del Interclub Añelarra Oeste, que normalmente se desarrolla en dos semanas separadas entre sí, buscando fechas entre los meses de septiembre, octubre, y principios de noviembre.

Así, hemos puesto la guinda de nuestro trigésimo aniversario de trabajo, continuado -junto con nuestros colegas franceses- sobre éste fantástico karst y  creemos poder decir -tras éstas tres décadas- formando parte del perseverante núcleo de espeleos del ARSIP, enamorados de Larra.

En la semana de 21 al 29 de septiembre centramos nuestros esfuerzos en las cavidades: Z-208, AN-106 y sima de Uterdiñeta (Grotte de L`Ours). En la Z-208 avanzamos unos pocos metros y nos parece escuchar un eco que nos hace albergar esperanzas de una cercana ampliación. En octubre continuaremos.
En la AN-106, ante la pequeña abertura alcanzada -127 m.p., decidimos paralizar la exploración (no hemos decidido si temporal o definitivamente) y desequipar la cavidad.
En el camino hacia la zona de trabajo, en una prospección invernal -con raquetas-. hace dos años detectamos un agujero soplador. Lo volvemos a localizar y tras ampliar un poco la boca de acceso al pozo, descendemos unos 6 m. al fondo nos recibe un pequeño paso por el que aspira una definida corriente de aire aspirante. Decidimos catalogarlo como Z-211
En la Grotte de L`Ours descendemos a -540 m.p. y continuamos con la escalada sobre el Colector, comenzada a finales de la campaña de agosto. A 40 metros sobre el cauce del río alcanzamos un porche, pero no hay continuación. Por contra, localizamos indicios morfológicos de que pudiera haber algo y se deja equipado para continuar en octubre.
En la semana del 27 de octubre al 1 de noviembre se retoman las exploraciones. en la Z-208 se avanza tímidamente durante dos jornadas, pero el eco percibido en septiembre se ha perdido. La cavidad continúa estrecha, pero el aire es evidente así que se desequipa la sima con intención de volver el próximo año.
En la Z-211  se vuelve a descender para ver cómo circula el aire; éste no es muy evidente. Habrá que volver en una ocasión más propicia para la circulación de aire.
En la AN-308 se hace un descenso para desequipar la cavidad. La zona a partir de -190 m.p. está muy regada.
En la Grotte de L`Ours se vuelve a continuar la escalada sobre el Colector. Tras algunos esfuerzos acrobáticos, por fin se alcanza la esperada galería a 55 m sobre el cauce. Precisamente la galería recién descubierta será bautizada como la galería de los Acróbatas. Se trata de una modesta galería en la que se avanzan unos 120 m (no se topografía) y se abandona ante un pozo y/o un pasamanos sobre un desnivel de unos 8 m que impide el avance. La corriente de aire no es evidente, pero al igual que en la Z-211 pensamos que puede no ser buena época para ellas. En fin, a buen seguro ésta exploración será unos de los acicates para nuestra próxima campaña veraniega, ya en el 2.020.


miércoles, 20 de noviembre de 2019

2019-11-16_EL REBOLLAR


Como estamos pocos y la meteorología limita bastante nuestras opciones optamos por acompañar a los colegas del Takomano en El Rebollar. Aunque los pronósticos de lluvia y nieve son bastante intimidatorios finalmente nos sale bien la jugada (nuestros anfitriones contaban con ello).
Hacemos dos equipos, uno de ellos topografía una zona donde acaban rebozados de barro, pero ya se había previsto y llevan buzo de repuesto, lo que no les libra de un frío que parece fuera de lugar y que les hace pensar en que están cerca de la calle y a merced de la temperatura exterior.  
Un segundo equipo hace una travesía sobre un pozo que, después de pasar una zona remontante muy estrecha, lleva hasta una gran chimenea sobre un amplio pozo, bajo el que se escucha el ruido del río. Las distintas maniobras entre pozos y travesías acaban por consumir las baterías del taladro, por lo que queda la instalación montada para terminar otro día. Más tarde vemos desde los niveles inferiores a donde parece llegar la zona donde hemos estado trabajando.
Como hay tiempo vamos a echar un vistazo al río, donde apreciamos un caudal que nos parece muy pequeño para lo que debería llevar en régimen de aguas altas el río principal de una red como esta. Llevamos muchos días con fuertes lluvias y el caudal que vemos, aunque crecido, parece más propio de un afluente.
A nuestra salida nos espera una noche más cálida que por la mañana y tenemos la suerte de no volver a necesitar los paraguas, cosa que es de agradecer.


martes, 12 de noviembre de 2019

09.11.2019 / RN-142 Continúa la re instalación y comienza la exploración



Parece que el invierno se acerca, ha llovido fuerte los últimos días. Ir al Gorbea nos parece un tanto sufrido y poco eficaz, y como estamos 5 nos decantamos de nuevo por continuar en la RN-142.
Haremos dos equipos, uno continuará con el descenso y re instalación de la sima y otro quedará más arriba, buscando ventanas  que con el alcance de las modernas frontales nos permita vislumbrar posibilidades antes impensables. Ya sabemos que resolverlas traerán trabajos acrobáticos, y descendemos con abundante material. 
Conseguimos llegar a la boca de la sima en un momento de tregua climatológica, pero somos conscientes de que el agua caída nos puede dar una sorpresa.
El equipo  de re instalación desciende equipando hasta el último punto alcanzado la semana anterior. La sima lleva más agua, pero se puede descender, eso sí, más húmedo. Comienza a instalar nuevo, pero 4 tornillos más abajo, una lluvia muy intensa hace real lo que temíamos, ya no podemos avanzar sin ducharnos en segundos. Comienza el remonte desequipando, con el amargo sabor de la precipitada retirada que no nos ha dejado descender ni un pozo más.
 
Bastante por encima, escuchamos al equipo de exploración, cuando nos volvemos a juntar nos cuentan. 
 
Han realizado una primera escalada y posterior travesía en el borde de la sala de -70 que les ha llevado hasta una zona impenetrable, con corriente de aire;  piensan que lleva a la amplia zona que forman los pozos encadenados que hay por debajo.
En el otro lado, ya sobre la zona de pozos, una travesía ascendente les ha permitido acceder a una repisa que se abisma sobre la zona de pozos, que barre el avance.  25 m más abajo ven un bloque gigantesco que precede a lo que parece una continuación -en donde ven discurrir agua-. Tras bajar por la vía clásica para ver si desde abajo observan otras opciones para acceder a ese lugar. comprueban que la posibilidad más realista es una escalada de unos 15 m, pero la llovizna que cae en en todo el sector les dice que mejor otro día, con una meteorología más benigna. 
Remontan e insisten sobre la parte superior de la travesía ascendente (ahora escalada tras un cambio de instalación) para echar una nueva mirada. Se les ocurre que quizás puedan llegar hasta el megabloque penduleando, pero antes hay que tirar una laja que vibre y que piensan supone un peligro. Los zarandeos aplicados sobre ella acaban haciendo que aplaste el pie de Aitor, que comienza un rápido y dolorido remonte para coger la lesión en caliente. La laja se resiste a caer aunque queda en una posición más estable. Finalmente los roces para la cuerda que presenta la vertical y que al ir fraccionando impedirían pendulear en condiciones aceptables, les hace desistir de esa opción de avance.
Aitor se encuentra con David, que asciende con material del fondo y deciden salir juntos de la cavidad y marchar hacia un hospital, por si acaso la lesión, a parte de dolorosa, es algo serio.
Iñaki, Santos y Zeta han quedado finalizando tareas de desequipe de la zona de escalada y salen desequipando todo en condiciones un tanto penosas porque Aitor ha tenido que salir sin saca, y toca más carga. Encima, la sima ha entrado en carga con una potencia que no conocíamos y la ducha definitivamente es irremediable.
Una vez en la calle la fortísima lluvia y viento explican la potente crecida. Llegar hasta el coche y cambiarse de ropa añade un pequeño suplicio, pero en alguna manera formaba parte de la apuesta de ir a la 142 en un día como el previsto. En cuanto a Aitor, horas después, confirma en el hospital que no hay nada roto.


martes, 5 de noviembre de 2019

02.11.2019 / RN-142 Continuamos re-equipando la sima



La madrugada y primeras horas de la mañana del sábado llueve incesantemente en Ojebar. Los que nos hemos quedado a dormir sopesamos si habrá ganas de arrancar hacia la 142, pero esperamos la llegada de compañeros así que algo habrá que hacer.
Estamos Esther, Iñaki y David, que repetimos jornada espeleólogica, y se suman Zeta y Mikel. La lluvia ha ido a menos y el plan de ir a la 142 no presenta dudas.
Mikel, en periodo de formación, conoce la sima hasta - 70 m.p. así que continuará reforzando su técnica y rompiendo suelo.
Equipamos rápidamente hasta la salita de - 70 m.p.  y continuamos el trabajo de re instalación en la serie de pozos encadenados, y alojados en el gran meandro. Hace 30 años que no descendíamos ésta sima y vamos buscando el camino y plantando anclajes como si fuera la primera vez; tenemos borrada de la memoria cómo es la sima, salvo que tenemos ficha antigua de instalación y la topo en la memoria porque la hemos revisado antes de venir.
En varios puntos de la sima notamos los efectos de toda el agua caída en las horas anteriores, pero no pasa de algunas zonas de goteo molesto. Gastamos toda la cuerda y anclajes que traíamos para la ocasión. Llegamos hasta -140 m.p. que consideramos una buena cota para el segundo descenso de Mikel.
Salimos desequipando la sima con una saca cada uno, incluyendo a Mikel (No nos hemos entendido bien y la saca con el material de escalada usado ayer ha venido de paseo).
En la calle no llueve y una vez cambiados de ropa, y ya en el interior de los vehículos, celebramos no habernos mojado ni una sola en éstos dos días, a pesar de los pronósticos meteorológicos.
 


01.11.2019 / RN-31 - No encontramos paso

 Con una meteo a priori no muy favorable para descender a un sumidero como es la torca de las Corberas, y jugándonos solo una buena ducha, nos puede más las ganas de hincarle el diente a esta sima.
Descendemos a por la ventana de -170 m.p. en donde esperamos hallar un paso hacia la cercana Red del Silencio. Tras equipar la sima y comprobar que está bastante aceptable de caudal, nos planteamos si intentar acceder a la ventana a través del meandro localizado sobre la escalada, que tenemos equipada sobre el P-17 final (realizando una larga travesía) o descender al fondo de la sima y escalar hacia la ventana. 
Resolvemos a favor de intentarlo en escalada desde el fondo porque nos parece más directo y sencillo.
Desgraciadamente el techo de la ventana se cierra a + 25.
Solo nos queda la opción de ir al estrecho y bajo meandro en el que sume el agua. Hay que mojarse para superar una estrechez y ver si continúa después.
Hay poca agua así que Esther y Aitor se animan entre ambos para reptar sobre el agua e intentarlo ( o sea, de mojarse, se mojarán ambos). Dos buenas noticias y una mala. Superan el paso, sin mojarse en exceso, pero a los pocos metros el meandro se vuelve impenetrable totalmente. Ya no tendremos que venir otro día mejor pertrechados, lo malo es que nos hemos quedado sin opciones para avanzar.
Toca desequipar la escalada sobre el P-17 y toda la sima. Cuatro sacas hasta las cartolas, pero tarea finalizada y además el caudal de la sima no se ha incrementado o sea que no toca ducha. Nos recibe una noche estrellada.
Unos marchan para Bilbao, otros nos quedamos en Ojebar para abordar otro objetivo mañana sábado.