martes, 12 de julio de 2016

10-07-16 AXLAOR TROKEA

Disfrutar de los rayos solares penetrando por el impresionante pozo de Axlaor Trokea en las semanas más próximas al solsticio de verano es un buen espectáculo, y un estupendo pretexto para ir a esa sima y aprovechar para hacer un poco de ejercicio. Aunque no estemos ya precisamente en el solsticio tampoco está mal.
Entre que a alguno de nosotros se nos alargo más de lo previsto la exploración de la víspera  y que algún otro venía de los San Fermines o se había pasado la noche trabajando, para cuando nos pusimos en el pozo estaba bien pasado el medio día solar, con lo que el espectáculo de los rayos solares invadiendo el pozo ya no era para tanto, así que el tema de la fotografía –que era uno de nuestros objetivos- quedó en un segundo plano, se había pasado el momento.
La última vez el árbol del que nos colgábamos –desde el que conseguíamos un largo absoluto de 174 m- nos dio un poco de miedo, de modo que le dimos la jubilación tras muchos años de servicio y metimos unos tornillos desde los que bajamos del tirón hasta abajo, salvo el  ultimo en bajar, que consiguió llegar hasta alguna de las chapas fijas que habíamos dejado anteriormente y fraccionar, pensando más que nada en la subida.
Puede que se deba tan solo a que es un pozo iluminado por la luz exterior, pero a nosotros se nos antoja que es un pozo especialmente bonito, aunque acojona un poco ver todos esos gelifractos suspendidos a lo largo del pozo.

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