martes, 5 de julio de 2016

02.07.2016 ITX-13 desobstruccion intento conexion Otxabide‏

Fin de semana con varios planes. Tres del grupo participan en el curso de Autosocorro y medios de fortuna, que organiza la UEV(EEE en Ispaster. El domingo asistimos  a una nueva reunión convocada para continuar organizando la campaña de Larra, en la BU-56 y alrededores.
Y como unos cuantos del grupo no pueden acudir al curso de Autosocorro, y finalmente haremos nuestro curso en interno,  no desaprovechamos la ocasión para también darle a la exploración de la ITX-13 y continuar con el entrenamiento de Edu.
Nos presentamos en Pagomakurre bajo un persistente sirimiri, que no nos quiere abandonar. Subimos hacia la ITX-13, pero antes pasamos por la no lejana Arko Axpe para comer y cambiarnos refugiados,  sin terminar de empaparnos. Mala cosa que no pare de echar agua, ya intuimos que nos va a poner difícil la tarea programada.
Descendemos los pozos y de premio para Edu, antes de la ingrata tarea, toca superar los estrechos y dar un paseo por la amplia galería que conduce a los pozos finales.
Una hora más tardes nos presentamos en la base del P-18 y tal como imaginábamos un persistente goteo nos va a alegrar el día. Pero no solo es el goteo el que nos desinfla, la desobstrucción tiene pinta de ser pocomotivamente y encima hoy la circulación de aire se prodiga menos.
Durante 4 h. le damos a la barra mina, maza y cincel. El goteo nos da a  nosotros. Despejamos un boquete de un metro y medio de profundidad y atisbamos por un estrecho otro medio m. más en profundidad. Las sensaciones no son buenas. El camino a seguir no es evidente, y la falta de aire no ayuda. Suspendemos la actividad, por hoy hemos hecho bastante: constatar lo que ya intuíamos, la tarea es incierta y poco o nada motivante.
Por el momento, creemos que el siguiente paso a dar en tener un grupo en cada cavidad y volver a meter ruido para evaluar una vez más las posibilidades. También se puede probar si definitivamente también por Otxabide la tarea la vemos como imposible. Si terminamos rindiéndonos, que sea con el máximo de información para tomar la decisión.
Salimos de noche, y la niebla continúa de compañera. Menos mal que conocemos al dedillo el terreno. Ya en Pagomakurre el día nos reserva una última sorpresa, la llave electrónica no quiere abrir el coche. Después de media hora de intentos nos rendimos a la evidencia, hay que pedir ayuda en el mundo civilizado y son las 12 de la noche, pero eso ya es otra historia. 


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