martes, 9 de julio de 2019

06.07.2019 / Red del Silencio - Afluente en la galería Sahara


Dos bajas de última hora cambian los planes iniciales que nos llevaban a Itxina y nos encontramos camino de Rasines. Decidimos abordar la exploración de una vieja incógnita en la Red del Silencio, al fondo de un afluente de la galería del Sahara, explorado en 1979.  Hay que avanzar tumbados por un laminador activo, nos vendrá bien encontrarlo con caudal de aguas bajas.
Después de humedecernos y superar un largo paso bajo, para el que hoy hemos traído pala con intención de ampliarlo, alcanzamos el destrepe que nos paro hace un par de años. Lo instalamos y continuamos a por la escalada que los antiguos informes indican nos espera. Pensamos que estamos cerca, pero pronto descubrimos que el laminador y el agua nos van a seguir dando fiesta.
Alcanzamos una poza en la que hay que bañarse y tras la que no adivinamos paso, afortunadamente un meandro estrecho y alto nos invita a elevar el vuelo. 
 
Soltamos las pesadas sacas para buscar paso en el angosto meandro y al cabo de unos minutos volvemos a por ellas, hemos localizado una zona en altura que tiene mejor pinta. Más adelante superamos en libre un desfonde de unos 10 m. Ponemos mucho cuidado, no queremos utilizar la cuerda que traemos para escalar. 
Treinta metros por delante un nuevo desfonde y el meandro gana anchura, imposible oposicionar. Instalamos el salto y abajo nos espera de nuevo el activo, pero no hay que arrastrarse, inclusive avanzamos erguidos, A los pocos metros observamos huellas de nuestros predecesores en una terraza de sedimentos. Vaya!! no estamos explorando zona nueva. ¿Y por dónde pasaron?. Dejamos la resolución de la duda para la vuelta y avanzamos cómodamente unos cuantos metros más hasta que el meandro se bifurca. Por la izquierda se vuelve demasiado estrecho enseguida. El de la derecha presenta una trepada de 7 m que hacemos en libre forzando un poco. Arriba se mantienen las dimensiones motivadoras pero pronto llegamos a unas chimeneas que presentan la morfología de conductos de invasión, simas que llegan del exterior como nos indican los bloques de arenisca procedentes de la cobertera del supraurgoniano, que no anda lejana. Ahora si que hemos llegado a destino. Y también comprendemos porqué no se ha vuelto aquí en años.
El hallazgo nos enfría un poco. Venimos buscando camino hacia la lejana RN-103 y por aquí dudamos encontrarlo. Aún así hay 2 ó 3 chimeneas de entre 10 y 20 m de desnivel que pensamos merecen la pena ser escaladas. Nunca se sabe si podamos localizar un antiguo paleonivel. La corriente de aire es evidente aunque posiblemente proviene de esas simas que en el exterior no hemos podido localizar, a pesar de que la superficie está poblada de dolinas.
En fin, dejamos el resalte equipado y un par de chapas en la última vertical y nos llevamos todo el material, tenemos pensado volver pero seguramente no va a ser en las próximas semanas.
A la vuelta despejamos la duda de por donde llegaron. Efectivamente accedieron por abajo pero el recorrido es muy estresante (más con sacas y hierros) y hasta aquí tenemos que llegar disponibles, con todo el material para ponernos a escalar y ya bastante húmedos y castigados  llegamos como para no buscar los pasos más humanizados.

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