La
semana pasada dejamos el túnel de barro que estamos excavando en lo que
parecía un final próximo. Efectivamente, este sábado, tras dos horas de
darle a la pala conseguimos superar el sifón de barro.
Al otro
lado nos esperan dos continuaciones que nos hacen temer que hemos
trabajado para nada. Primero tomamos la más aparente, tras arrastrarnos
por otros 20 m alcanzamos una ampliación. Nos podemos poner de pie.
Hemos llegado a lo que parece un nuevo afluente, más importante, solo
por el volumen de los conductos. Avanzamos aguas abajo (hoy el cauce
está seco) y a los pocos metros nos para un pozo de unos 4 ó 5 m. Abajo
se ve amplio. Remontamos el afluente y exploramos un pequeño laberinto
de galerías de modestas dimensiones. Todo parece terminar sobre rampas
de bloques y/o meandros ascendentes impenetrables. El lugar es más
limpio que por donde hemos llegado, pero parece que cuando llueva será
bastante más húmedo.
Volvemos hacia la gatera desobstruida y
exploramos la segunda opción. Un estrecho meandro, pero a los 8 m se
amplia y de nuevo nos detiene un pozo de unos 4 m, posiblemente
relacionado en su base con el pozo anteriormente localizado.
Calculamos
haber explorado unos 100 nuevos metros de galería. Salimos de la sima
contentos, aunque no sin pensar en cómo se pondrá la sima/cueva cuando
lleguen lluvias fuertes.
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