Ha entrado el tiempo frio y lluvioso. Desde el uno de octubre habíamos
estado aprovechando para realizar labores fundamentalmente en el
exterior, hoy toca buscar refugio en cueva Urratxa.
Al llegar a
Pagomakurre nos sorprende ver la nieve en la ladera Este de Itxina. Ya
subiendo hacia campa Arraba la nieve cuaja en el suelo. Estamos a 2
grados, el otoño se ha presentado de repente.
Formamos dos
equipos, uno va a escalar una chimenea ancha a la derecha del eje
central de la cavidad. El segundo equipo va a continuar con la
desobstrucción de la gatera-laminador que se ubica precisamente al fondo
de ésta galería central.
En la desobstrucción avanzamos 4 m
tras un potente desescombro, Lamentablemente, superada la curva que nos
impedía ver la continuación, descubrimos que nos esperan al menos otros
4 m de desescombro, y el conducto empequeñece. Hay corriente de aire, y
estamos en una de las puntas de la cueva, pero nos gustaría que la
potencia del soplo fuese más motivante.
En el encuentro con el
equipo de escalada les pillamos retirándose de las alturas, Han subido
20 m pero ningunas de las amplias bóvedas que observábamos ha dado
continuación. Topografiamos y salimos hacia la calle a por una travesía
por el techo en la que precisamente hoy hemos puesto los ojos al entrar.
Al fondo se observa una aparente porche de galería baja.
Mientras
el equipo de escalada de nuevo vuelve a darle al taladro, se realiza
una revisión de algunas laterales de la cavidad. Vemos el río que
llevará un caudal de más de 100 l/s. Revisamos recovecos y pequeñas
laterales sobre el cauce del torrente, localizando 1 ó 2 puntos quizá a
escalar. No son evidentes, pero su ubicación invita a revisar. También
revisamos otras laterales sin localizar nada interesante, pero la
revisión facilitará organizar su futura topografía
En el
encuentro con el equipo de escalada de nuevo coincidimos en que están
desequipando la travesía y preparándose para descolgarse desde las
alturas. Han tenido que subir hasta la muy aparente galería que se
defendía del escrutinio de nuestras frontales para ver si se acababa.
Finalmente el triste premio han sido 6 escasos metros de desarrollo.
Nos
retiramos de la cueva, ya de noche, y con los paraguas abiertos para
protegernos de la lluvia persistente, aun así vamos pisando nieve, los
cero grados de temperatura la mantienen.
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