Nuevo asalto al laminador cegado que nos dará la
conexión. Descendemos por ambas cavidades para avanzar más e ir
escuchándonos. Por la ITX-147 palean Esther, Saúl e Iñaki. En Otxabide:
Urko, Ritxi y David.
Sabemos que la tarea no
es fácil pues ya le vimos los dientes la semana pasada, pero el
escucharnos trabajando por ambos lados nos anima.
De
nuevo arrancamos unos escasos metros de avance al túnel, pero nuestro
objetivo de poder hablarnos de viva voz sigue sin ser posible. Cada vez
nos escuchamos trabajar con mayor nitidez, pero no sabemos realmente
cuántos metros nos separan, y cada metro que avanzamos hace más difícil
la extracción del barro fuera del túnel. También tenemos que pelear con
un estrato intermedio de colada dura que añade dificultad a la apertura
de camino, pero precisamente cuando martilleamos dicho estrato en
cuando, lógicamente, mejor nos escuchamos y redoblamos esfuerzos. Como
no dudamos de la conexión, los ánimos continúan intactos así que
seguiremos en el empeño.
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