lunes, 18 de febrero de 2013

16.02.2013 Prospeccion con raquetas en Autingarmin, Itixgote y Uburun Trokea‏



La nieve continúa cubriendo con su blanco manto el Gorbea y su espesor justifica disfrutarla en el exterior por motivos de eficacia. espeleólogica y también de estética. Nos acompaña Idoia del ADES  que disfruta a tope de las hermosas estampas montañeras invernales, ducificadas por un solete casi primaveral.  
 
 
Esta vez accedemos al mazico por la pista de Usabel. Afortunadamente podemos alcanzar, justo, justo, el aparcamiento donde termina la pista de hormigón, y aunque subimos sin equipo ni cuerdas, se agradece.
 
Nuestro destino final es la gran depresión de Uburun trokea, pero al llegar a Austingarmin, se nos ocurre que puede ser un buen momento para dedicar a ver si localizamos algún boquete oculto que nos conduzca a las cabeceras de la sima-cueva de Obarreta (2,5 km). Dedicamos una hora a este objetivo Gepeseando dos puntos, el más intereante a priori un pequeño agujero soplador (de escasa potencia) que se abre a unos 20 m  al Este de los restos de una txabola ubicada en la base de la gran vaguada que utilizamos para acceder a Obarreta desde Austingarmin.
 
 
Entramos en Itxingote y dejamos de ver montañeros, Itxina es Itxina. Prospectamos  todo el fondo de la gran depresión sin localizar nada interesante. El soplador localizado a primeros de enero, nos decepciona un poco. La potente corriente de aire que vimos hace poco más de un mes, ahora apenas tiene potencia para despejar la nieve que lo rodea. Nos quedamos con las ganas de sacarle una foto elegante y motivadora. Aun así no perdonaremos un tiento para ver si hay continuación.
 
 
El siguiente destino es Uburun Trokea. Llegamos y comemos en la zona alta de esta monstruosa depresión, sentados sobre las mochilas con el marco al fondo del impresionante Atxerre nevado. Eso sí, en aquel paraje la roca sigue siendo la reina, pues sus innumerables grietas y dolinas tragan toda la nieve que le echen. Al fondo de la gran depresión no detectamos ningún agujero soplador. Remontamos la depresión y continuamos hasta una  modesta  campa extrañamanente herbosa y plana en donde hace años montábamos nuestros campamentos de Semana Santa, a partir de ahí andar en la nieve se torna muy complicado e inclusive peligroso. Es hora de volver. Alcanzamos el vehículo ya de noche, disfrutando del reflejo de la luna sobre la nieve.
 

1 comentario: